En Membrillares se vendían muy escasos ejemplares de periódico, y de ellos principalmente “el Caso”, el “Marca” algún “ABC” y el periódico provincial subvencionado por el régimen, el “Lanza” porque no llegaba ningún otro, y estos lo hacían al mediodía, pero en las fechas de la muerte de Franco y el nombramiento del rey, empezaron a venderse muchos más “ABC”. Se instaló un kiosco en la plaza con la intención de vender chucherías y alguna que otra revista femenina semanal y se vio sorprendido por la demanda de prensa, ante lo cual pidió que le suministraran el Alcázar, el Ya, Arriba, el Pueblo y alguna que otra revista de información general. Pronto comprobó que le pedían los periódicos de reciente aparición como el País, Diario 16 y la revista Interviú porque en sus páginas centrales traía señoritas ligeras de ropa.
Antonio seguía fiel al Marca, de vez en cuando el AS, y algún que otro tebeo de los incombustibles Roberto Alcázar y Pedrín. Oía los programas de radio por la noche. Hora 25 y a José Mª García al que imitaba perfectamente:
“Muy buenas noches y saludos cordialesss. ¡Ojo al dato! Esos directivos que se pasan las normas por el forro de sus caprichos. ¡Ay Pablo, Pablito, Pablete! Lo peor no es perder sino la cara de gilipollas que se te queda. El Imperio del Monopolio está lleno de Abrazafarolas, Chupópteros, Correveidiles y Estómagos Agradecidos, y el que se Viste por los pies es un Bulto Sospechoso.”
Cristian junto a Duquez y un grupo de voluntariosos jóvenes, fundaron un periódico bimestral llamado “La Cal” que duró un año con mucha aceptación por los artículos, reportajes y entrevistas que publicaban, y entre ellas no podía faltar la realizada “Rija”. “RIJA” Mirando hacia atrás sin ira.
Todos le conocen, su fama a traspasado las fronteras locales y como el bajel del pirata es conocido del uno al otro confín. Todo pueblo tiene su cura, su alcalde, su médico, su tonto oficial y su listo. Rija es todos en uno y ninguno de ellos. Tiene la malicia del rústico y la candidez del simple, la bondad del cura, y la autoridad del alguacil. Rija es toda una institución, y como tal, merecedor de un hueco en “La Cal”.
| Entrevista a Rija |
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Aún en diciembre de 1981 el cambio en España tardaba en hacerse realidad y algunos organismos oficiales se resistían al mismo. En el Juzgado de Paz del pueblo seguía el retrato de Franco presidiendo la sala, con un juez que se ufanaba del hecho. Antonio sabedor de aquello exclamaba refiriéndose al Juzgado de Paz. “Viendo el chozo se conoce al guarda”. Por lo que Cristian y Cosme se dirigieron al mismo informándole de la ley que indicaba la sustitución de dicho retrato por otro del Rey. El juez quiso eludir su responsabilidad aduciendo que no disponía de un retrato del Rey, a lo que Cristian y Cosme le contestaron rápidamente que se lo daban ellos, pues se habían procurado uno que llevaban en el coche, lo que hicieron inmediatamente, sustituyendo el cuadro de Franco por el del Rey. Aquello le sentó fatal al juez que dejó en el suelo bien a la vista el cuadro de Franco. Días más tarde recibió Cristian una citación del juzgado para que se presentara en el juzgado de Peralares acusado de desacato al Juez de Paz de Membrillares. Afortunadamente para él, se trataba de un buen Juez que sobreseyó la acusación y le pidió disculpas por lo ocurrido. Antonio por su parte no paraba de meterse con aquellos más significados miembros del aparato franquista exponiéndose a sus amenazas, insultos e incluso zarandeos que no pasaban a mayores por su endeblez física. Cristian le insistía en que no comprometiera a esa “tropa” de indeseables, pero Antonio no podía dejar de ser siempre “Rija”.
La cruz de los caídos, situada en el parterre delante del ayuntamiento, había sido objeto de pintadas por lo que fue trasladada al cementerio, y aquello no había sentado nada bien a los más recalcitrantes. Apareció en el periódico Lanza una reseña a este propósito que Antonio llevó a Cristian para que lo leyera. “Mira como maúllan los cachorrillos del régimen”.
LA JEFATURA DE FUERZA JÓVEN de la Mambrilla denuncia el ultraje al Monumento a los Caídos.
La Jefatura local de Fuerza Joven de la Mambrilla quiere mostrar su más enérgica repulsa ante el ultraje de que ha sido objeto el monumento a los Caídos de esta localidad, perpetrado por elementos de tendencia ácrata que dejaron su huella con palabras irreproducibles en un medio de comunicación. ¿Es esta la reconciliación de la que tanto hablan los demócratas de vía estrecha? Que sepan que la reconciliación se llevó a cabo hace muchos años y que ellos la están tirando por tierra. Ante este vandálico proceder esperamos poder organizar un acto de desagravio cuya fecha y hora daremos a conocer oportunamente. Solo nos resta comunicar a estos supuestos seguidores de Bakunin que la próxima vez nos avisen con antelación para que así podamos tener la posibilidad de dar también nosotros algún “brochazo”. Mientras unos miran hacia arriba para no ver nada y la derecha burguesa se inhibe, nosotros seguimos con nuestras banderas al aire gritando:
Caídos por Dios y por España: ¡PRESENTES!
JEFATURA LOCAL DE FUERZA JOVEN DE LA MAMBRILLA
Cristian movió apesadumbrado la cabeza. “Nunca aprenderemos. Tanto los “pintores” como los “escritores” no desean otra cosa que el enfrentamiento, y así no construiremos nada bueno.” “Amen” añadió Antonio que pasó a contarle un hecho entre jocoso y de mal gusto. Resulta que ha estado Florián en el pueblo y se ha dedicado a visitar los bares contando sus aventuras y bebiendo. Cuando ya iba bien cargado y era tarde, ha querido entrar en uno que estaba ya cerrado por lo que ha empezado a llamar dando porrazos en la puerta al tiempo que gritaba. “Abrid cabrones. ¡Como no abráis, vais a arder como ardió Numancia!” Luego, cansado se ha ido del pueblo para no saber de él en mucho tiempo. Se ha marchado llevándose gran parte de los recuerdos de Antonio.
