El 18 de septiembre se cumplen 125 años del nacimiento del músico, compositor y director de orquesta Pablo Sorozábal Mariezkurrena <18-09-1897, 26-12-1988>.
El paso de los años hace que unas personas se vuelvan más retraídas, reservadas, o, todo lo contrario, como es el caso de Pablo Sorozábal. En sus años de madurez bromeaba diciendo que había sido mantenido principalmente por tres guapas mujeres: una rusa, una florista madrileña y una jovencita de un pueblo pesquero.
Pero no, no piensen mal. Se refería a las protagonistas de sus tres zarzuelas más famosas: Katiuska, La del Manojo de Rosas, y La Tabernera del Puerto, que, sin duda, le proporcionaron muchos ingresos en concepto de autor.
En 1931 estrena Katiuska, la mujer rusa, su primera obra lírica en dos actos, que puede considerarse más opereta, y que durante el franquismo tuvo que eliminar mujer rusa y reducir su nombre a Katiuska. La acción sucede en Ucrania durante la posguerra y el principio de la revolución rusa. Nada más levantar el telón, aparecen campesinos huyendo con sus maletas; están tristes por la expatriación forzada hacia las fronteras. Argumento que, desgraciadamente y en circunstancias muy parecidas, se repite en la actualidad y en el mismo lugar. Katiuska es una joven superviviente de la familia imperial que se salva gracias al príncipe Sergio. Otros personajes son Olga, Boni, Pedro Stakof, Bruno Brunovich, Amadeo Pich y Tatiana.
Su transcripción para banda está dividida en dos partes. Entre los años 50 y 74 del pasado siglo en Membrilla solo se tocaba la primera parte, y ya en 1993 se empezó a tocar tanto la primera como la segunda fantasía a cargo de la asociación musical Maestro Emilio Cano.
La del Manojo de Rosas se estrena en 1934 y se la dedica a su hijo que nació ese mismo año. La acción nos sitúa en un barrio madrileño donde cerca de un bar y un garaje también hay una tienda de flores con el nombre “el manojo de rosas”. Ascensión es la hija de D. Daniel, el dueño de la tienda. Otros personajes son el encargado del garaje y su aprendiz Capó, el camarero Espasa, Clarita, Joaquín o Ricardo el aviador.
La selección para banda y su transcripción está realizada por Pascual Marquina y entre 1968 y 1974 se tocaba con frecuencia en el quiosco del Espino o en los conciertos de la Sociedad. Jamás olvidaré las primeras corcheas de la melodía que comienza en el segundo compás y la expresividad con la que era interpretada con el fliscorno por mi tío Basilio.
La Tabernera del Puerto es un romance marinero en tres actos y la estrena en marzo de 1936. El libreto, de Federico Romero y Guillermo Fernández Shaw, fue rechazado por Federico Moreno Torroba, pero Sorozábal lo aceptó.
La acción ocurre en Cantabreda, un pueblo imaginario del norte español y la protagonista es Marola que regenta una taberna cercana al puerto. Otros personajes son Verdier, Simpson, Juan de Eguía, Abel, Ripalda o Senén.
Tuvo un gran éxito durante su estreno y las primeras representaciones, pero tuvieron que suspenderse debido al comienzo de la guerra civil. Terminada la contienda esta obra no estuvo exenta de controversias ya que, por ejemplo, obligaron al autor a ceder sus derechos en favor de Falange, cosa que no hizo.
La selección para banda no recuerdo haberla tocado nunca en Membrilla, sin embargo, sí lo hice en Manzanares y en La Solana.
La música española se hubiera perdido un gran artista si no es porque un día el joven Sorozábal vio una gran fila de niños esperando en una calle de San Sebastián para apuntarse a solfeo. Pablo no tenía ningún ascendiente relacionado con la música. Se puso a la cola, se inscribió y ahí comenzó una carrera que obligó al padre a comprarle su primer violín. También ingresó en el Orfeón Donostiarra del que más tarde sería su director. Fue violinista de la orquesta del Gran Casino de San Sebastián. En 1920 se traslada a Alemania becado por su ayuntamiento donde estudia violín, composición y dirección. Sus estudios se mezclan con el ambiente turbulento que vivía la nación en esa época en la que conoció el mundo del jazz y el cabaret.
A su regreso a España continuó tocando el violín hasta su estabilidad como director de la Orquesta Sinfónica de Madrid a la vez que aumentaban los títulos de sus composiciones.
Pablo Sorozábal tuvo tantos rivales políticos como artísticos, entre ellos algunos compositores de su época. La guerra civil le sorprendió cuando era director de la Banda Municipal de Madrid, pero lejos de exiliarse, realizó numerosas actuaciones con sus 100 profesores recaudando fondos para comprar alimentos al pueblo que combatía.
Sin duda las personas aficionadas al folklore vasco, a la lírica y los músicos, están familiarizados con las numerosas obras de Sorozábal, pero no todos saben que la banda sonora de la enternecedora película Marcelino pan y vino, en la versión de Pablito Calvo de 1954, es obra de este gran compositor y de su hijo.
Fuentes consultadas: archivo vasco de la música y archivo personal.
