El 1 de junio de cada año, el mundo de la Copla recuerda el fallecimiento de una grande de este género musical, Rocío Jurado. Hace ya 14 años.

El mismo día también nos dejaba el grande de la copla en Membrilla, Manuel Fernández Portal, “Manolo Portal”. No es que fuera su nombre artístico, (que también lo era), es que todos lo conocíamos así.

Un día tomando café en el “Génova” apareció Manolo.

-¡Hombre, Emilio!, tenía ganas de verte

-¡Hola Portal, te veo muy bien

-La verdad es que no estoy mal

-Pues tú dirás

Cuando me contó lo que estaba “inventando” le dije: es una buena idea pero ¿tú sabes el trabajo que tiene eso? Manolo Menchén “el del Génova” le decía: “eso es más difícil de lo que tú te crees”.

Portal, pretendía algo muy bonito pero a la vez complicado; quería cantar un concierto de homenaje a la Copla acompañado por una banda de música, en este caso con la Asociación Musical Maestro Emilio Cano.

Tenía pensado los títulos de las canciones; cuando me los dijo, le expuse la dificultad que suponía conseguir las partituras y mucho más difícil instrumentadas para banda. Lo único que teníamos era “Campanera”, “Chiclanera” y poco más. No habíamos visto nunca, al menos por nuestra zona, un concierto de este tipo. Traté de convencerlo para que lo hiciera con un grupo de 4 ó 5 músicos, pues resultaría más sencillo. No hubo manera.

Él decía: “no hay prisa, pero cuanto antes y con la banda”.

No recuerdo si ya se lo había comentado a algún otro miembro de la banda, pero de cualquier manera había que contar con el director que era Juan Carlos.

Una vez consultado también con los músicos, se decidió ir adelante con el proyecto. El mismo Manolo buscó subvención en el Ayuntamiento para comprar las partituras y gratificar de alguna manera a Juan Carlos que se había comprometido a instrumentar y adaptarlas a su tonalidad y tesitura. Tarea lenta, laboriosa y nada fácil.

Cuando hubo alguna canción terminada se iba probando durante los ensayos habituales. Los más jóvenes se encontraban extraños, pues la melodía aparecía pocas veces ya que la hacía el cantante. No era fácil poner a toda una banda al servicio de un solista como si de un piano se tratase. Juan Carlos explicaba lo difícil que resulta a veces acompañar y daba las pautas a seguir.

Por fin llegó el día; la ilusión de Portal se vio cumplida el sábado 7 de diciembre de 2002. Nuestra Casa de Cultura decorada para la ocasión y todas las butacas ocupadas, muchos nervios, y tras la presentación a cargo de su sobrina Esmeralda, comenzó el concierto.

El pasodoble Coplas abrió el concierto, seguido de Ojos verdes, A tu vera, Chiclanera, Tengo miedo, Triniá, Antonio Vargas Heredia, La lirio, La bien pagá y    En tierra extraña, acabando con un bis.

Nunca olvidaremos aquella noche; muchas felicitaciones a Juan Carlos, a la banda, pero de manera especial, cómo no, a Portal, verdadero protagonista e inventor de aquel acto.

Al día siguiente le pedían tanto a él como a nosotros repetirlo más veces y en un espacio mayor. Pero también llegaron las críticas: ¿Cuándo se ha visto a una banda acompañando a un “cantaor”? Frases  propias de la ignorancia o la incultura musical, pero me dio tanta rabia, que  el siguiente concierto de año nuevo no tuve más remedio que abrirlo con unas palabras haciendo referencia a ello.

Portal no estaba equivocado, la Copla merecía eso y más. Lo hemos visto durante estos 18 años en Canal Sur, en nuestra cadena autonómica y, por supuesto, muchísimas bandas de música, incluidas las nuestras, han ofrecido conciertos acompañando a cantantes. 

Indudablemente hoy sería mucho más fácil debido a los medios que ofrecen las redes sociales para el intercambio de partituras, editores más modernos etc. facilitando la posibilidad de encontrar adaptaciones de este género musical.
Ojalá y Manolo pudiera hacernos hoy la misma petición de hace 18 años. Seguro que cualquiera de las dos bandas diría: ¡cuando quieras Portal!