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Los conciertos de Navidad y Año Nuevo

Son muchos los conciertos que se celebran en miles de ciudades del mundo para conmemorar la Navidad y el Año Nuevo. Este año es obvio que, debido a la situación, muchos menos.

Entre ellos son muy notables los que se ofrecen en Londres a cargo de la Royal Philharmonic Orchestra, en el Auditorio Nacional, en los teatros Monumental o Real en Madrid a cargo de diferentes orquestas y bandas sinfónicas españolas, los que interpreta la Filarmónica de Berlín o los que podemos escuchar en Roma.

Es evidente que para cada pueblo es igual de importante el que puede escuchar a cargo de cualquiera de sus formaciones musicales. En Membrilla se empezaron a celebrar en 1993, unos bajo el título de Navidad, otros de Año Nuevo y también como concierto de Reyes.

Pero si hay uno que se ha convertido en cita imprescindible para los aficionados a la música es el que interpreta la Filarmónica de Viena en su majestuosa “Sala Dorada”. Más de 50 millones de personas pueden ver y escuchar el primer día de cada año a esta magnífica orquesta.

Sin entrar a valorar sus orígenes (recaudar fondos durante la guerra) es justo reconocer que se ha convertido en el acto más imitado por muchas orquestas y bandas de todo el mundo. Y digo imitado porque en la mayoría se incluyen obras de la familia Strauss como polcas, valses y la tradicional Marcha Radetzky.

Johann Strauss II falleció en 1899. Enfermó de pulmonía la noche que dirigía su opereta el Murciélago y no pudo recuperarse. Tanto sus obras como las de su padre quedaron casi en el olvido hasta que en 1921, tras la inauguración de un monumento en su memoria, el director de orquesta Arthur Nikisch interpretó algunas de sus obras dando lugar a varios conciertos que poco a poco se fueron consolidando hasta conseguir en 1939, en plena guerra, un formato parecido al que hoy conocemos.

En 1955 el director de la Filarmónica de Viena Willy BosKovsky convirtió esta cita anual en el modo de recordar el esplendor vienés a través de la música y sus compositores más célebres.

A principio de los años 90 era apasionante ver como las jóvenes bandas de los pueblos incluían en este concierto el Danubio Azul, alguna obra de autores austriacos o la propia Marcha Radetzky, señal inequívoca de que algo estaba cambiando. Sin embargo, el paso de los años nos hace pensar que una buena manera de imitar a la capital austríaca, sin descartar alguna de sus obras, puede ser interpretando la música más conocida de cada país al menos una vez al año y qué mejor momento que en el comienzo del mismo.

Si Austria y su capital son conocidas por sus polcas y valses, España no lo es menos por sus magníficas zarzuelas. Hemos visto al público vienés o alemán entusiasmado cuando las escucha interpretadas por sus orquestas y dirigidas por españoles. En ellas también encontramos valses, mazurcas, polcas y sus alegres pasodobles y pasacalles, que bien pueden sustituir a las melodías austriacas.

En la Navidad de 2011 el director de orquesta y gran amante de la zarzuela Cristóbal Soler ofreció un concierto navideño que nos recordaba al de Viena, pero con música española. Al frente de la orquesta titular del Teatro de la Zarzuela (OSCM) y un buen grupo de actores nos deleitaron con un acto inolvidable rememorando a los que antaño se escuchaban en plazas o corralas. Un magnífico trabajo de montaje escénico donde no faltó el humor y un repaso por los fragmentos más populares de autores como Federico Chueca, Joaquín Valverde, Francisco A. Barbieri, Ruperto Chapí, Pablo Luna, Jerónimo Jiménez y Vicente Lledó.

Llegado el final, Cristóbal Soler consiguió arrancar del público las palmas para acompañar a una marcha que no era la Radetzky, sino una española, la marcha Cádiz de la zarzuela del mismo nombre y cuyo autor no podía ser otro que Federico Chueca.

Todo un ejemplo de que en Navidad o Año Nuevo nuestra música y nuestros músicos son capaces de ofrecer conciertos que nos hagan vibrar en las butacas. Si Austria fue capaz de conseguir la atención casi mundial de su música por un día, seguro que en España también lo podemos hacer.

En el primer enlace se puede ver el referido concierto y en el segundo, al director López Cobos, Plácido Domingo y Ana María Martínez con la orquesta Mozart de Salzburgo interpretando música española.

 

 

 

 

 


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