El 31 de marzo de 1996 fue para Membrilla un día repleto de acontecimientos. Era Domingo de Ramos y se esperaba la visita del Sr. Obispo para bendecir las obras de la Parroquia recién restaurada y presidir la procesión.
Por razones obvias D. Rafael Torija de la Fuente (marzo 1927 -marzo 2019), no podía visitarnos durante la mañana y esto hizo que de manera excepcional la procesión tuviera lugar por la tarde. Acompañaron al Sr. Obispo un buen número de sacerdotes, autoridades, numerosos fieles y la recordada banda de cornetas y tambores Virgen del Espino.
Antes, cerca de mediodía y después de la misa en el convento de las Concepcionistas Franciscanas, tuvo lugar el tradicional pregón en la casa de cultura. Estuvo a cargo del grupo cultural El Galán de la Membrilla y fue presentado por el pregonero anterior y paisano D. Juan García Díaz. Un pregón diferente ya que fue realizado por siete miembros de dicho grupo.
Una vez acabado tomó la palabra el presidente de la Junta de Hermandades D. Cosme Lozano para anunciar un concierto de música sacra a cargo de la Asociación Musical Maestro Emilio Cano dirigida por Juan Carlos Sánchez-Prieto López. Por primera vez muchas personas pudieron escuchar las cualidades musicales de una marcha de procesión. Hasta entonces las habían escuchado durante los desfiles procesionales, fragmentadas por el caminar de los músicos y la cercanía de unos u otros instrumentos, pero quizás nunca una marcha completa.
En esa mañana los asistentes pudieron sentir la música cofrade desde una butaca, en silencio y descubriendo ciertos matices que por la calle es difícil de apreciar en una música escrita expresamente para acompañar a las imágenes más representativas de la Pasión de Cristo. Al mismo tiempo se rindió un sencillo homenaje a los autores que dedicaron parte de su tiempo a componer marchas lentas, de procesión o fúnebres; sin ellos, los músicos no hubiéramos tenido material para desfilar incrementando la solemnidad de nuestras procesiones.
Una de las obras que sonaron fue la marcha lenta Oremos, que no se había escuchado en Membrilla desde 1971. El autor es Ricardo Dorado, compositor y músico militar gallego autor de numerosas marchas de procesión, de una ópera, varios sainetes, pasodobles, bandas sonoras y diversas marchas militares, entre ellas San Marcial con la que sin duda hemos desfilado todos lo que hicimos la mili.
Oremos
Acabado el concierto, muchos asistentes comentaban asombrados la gran diferencia que habían encontrado escuchando una marcha en un recinto cerrado y la comparaban con el sonido que se aprecia en la calle. Tuvieron que pasar cuatro años para volver a escuchar un concierto de música sacra a cargo de la misma asociación y esta vez con carácter benéfico para ayudar a la Junta de Hermandades debido a su situación económica. Desde aquel año 2000 no han faltado estos conciertos, eso sí, debido a otros motivos que no vienen al caso se ha perdido el sentido benéfico para el que fueron creados.
A las dos bandas de música, que se turnan anualmente, hay que añadir el magnífico encuentro que realizan la banda de cornetas y tambores de Jesús Nazareno y las agrupaciones de La Verónica y San Juan. Desde 2011 han demostrado su extraordinaria evolución convirtiendo el concierto en un acto muy relevante dentro de nuestra Semana Santa.
Es natural que alguien piense que sí han faltado algunos conciertos, es cierto, el año pasado y previsiblemente también este, pero no debido a controversias, ni malos entendidos, ni falta de medios, sino a este dichoso virus que trae a todo el mundo por el camino de la amargura. A pesar de todo no debemos perder la esperanza de recuperar con prontitud estos y otros entrañables momentos musicales que ya echamos bastante de menos.
El mes de marzo también nos recuerda algunas efemérides musicales como el nacimiento de Federico Moreno Torroba, de Antonio Vivaldi, Frederic Chopin o Sara Montiel y el fallecimiento de Beethoven, Johan Pachelbel, Rocío Durcal y Antón García Abril. También en marzo de 1875 e estrenaba la ópera Carmen de Bizet.
*Fotos cedidas por el grupo cultural El Galán de la Membrilla