Son muchos los días que se dedican a la música y las celebraciones que giran alrededor de la misma, entre ellos, el 22 de noviembre, Santa Cecilia y día internacional del músico y aficionado; el 1 de octubre, día internacional de la música y desde 1985 el 21 de junio el día Europeo de la Música.
En 1982 se celebró en Francia “La Fiesta de la Música” con el objetivo de sacar a la calle al mayor número posible de músicos. Poco a poco se fue extendiendo la costumbre por distintas naciones hasta que en 1985 se declaró el 21 de junio como Día Europeo de la Música coincidiendo con el solsticio de verano.
Se trata fundamentalmente de sacar la música a la calle programando conciertos al aire libre y gratuitos, maratones musicales y también fomentando diversas actividades durante una jornada abierta a todo tipo de música y músicos, ya sean aficionados o profesionales.
Uno de estos maratones, y que pasará a la historia, tuvo lugar en el Auditorio Nacional de Madrid el 22 de junio de 2013 con el nombre de “Mucho Beethoven”. Comenzó a las diez de la mañana concluyendo pasadas las once de la noche. Se interpretaron las 9 Sinfonías del “sordo genial” y los protagonistas fueron cuatro orquestas diferentes: la Sinfónica de RTVE, la Orquesta y Coro Nacionales de España, la Sinfónica de Madrid y la Joven Orquesta Nacional de España. Cuatro orquestas y un solo director, el desaparecido Jesús López Cobos. Durante los últimos fines de semana, hemos podido recordarlos a través de la 2 de TVE. Esta proeza solo se había realizado dos veces en todo el mundo, una de ellas en Londres a cargo de Lorin Maazel.
Este año, debido a las especiales circunstancias y bajo el lema “Volvemos a los Escenarios”, el Instituto Nacional de las Artes Escénicas y la Música ha programado una serie de actuaciones con diferentes estilos y géneros para celebrar la cultura en vivo y despedir la atípica temporada 2019-2020. El acto se podrá seguir en streaming desde el Auditorio Nacional de Madrid el sábado día 20 a partir de las 11 horas, contando con la participación de la Orquesta y Coro Nacionales de España entre otros y será presentado por Carlos Hipólito y Julia de Castro. Pueden ver la programación en el siguiente enlace http://www.auditorionacional.mcu.es/es/programa-dia-musica-inaem.pdf
Desde 1985 el 21 de junio solo ha caído 17 veces en fin de semana, lo que dificulta para ciertos colectivos poder celebrarlo en su día.
En Membrilla solo se ha conmemorado este día una vez, el sábado 21 de Junio de 2003 y estuvo a cargo de la Asociación Musical Maestro Emilio Cano. Se dividió en varios actos, pero lo que no faltó fue calor, hizo mucho calor.
A la caída de la tarde y ataviados con camisetas y gorras de propaganda, se inició un pasacalles que pretendía recorrer lugares por los que habitualmente no suelen discurrir desfiles ni procesiones. En las esquinas o plazoletas se paraba a tocar un pasodoble a la vez que se respondía a la pregunta de los vecinos: “¿qué se celebra hoy? No pudimos hacerlo tan extenso como en principio pensábamos debido al sofocante calor. Al cruzar por la plaza del Azafranal paramos a tocar por primera vez un pasodoble que ahora conocen todos los aficionados taurinos, Tercio de Quites, y en la calle Cervantes se había colgado una pancarta conmemorativa y otra más pequeña era portada por los jóvenes “papeleros”.
Pretendíamos prolongar la jornada hasta la madrugada, por eso y con los permisos municipales necesarios, organizamos una verbena en el Espino que pretendía obtener algún beneficio para la adquisición de instrumentos.
Se montó una gran barra con plancha incluida y los músicos y sus consortes se convirtieron en camareros o cocineras capitaneados por la experiencia de Manolo y Chon “los del Génova”.
El baile fue amenizado por la orquesta Mediterráneo que instaló su equipo en el templete de la música y sus componentes se iban relevando con otros miembros de la banda para que todos pudieran disfrutar de la noche. Una interesante experiencia que tuvo mucho trabajo y dio poco beneficio, pues preparamos mucho y sobró bastante, pero en definitiva se trataba de pasar un día agradable y se consiguió.
Membrilla podría recuperar este día ya que cuenta con mucha más riqueza musical que en 2003. Seguro que a alguna de nuestras cinco agrupaciones musicales se les ocurre la manera de hacerlo.
Por cierto ¿no echamos de menos la música de nuestras bandas? Desde el comienzo de la pandemia hemos perdido la ocasión de escucharlas en Semana Santa, Santa Gema, San Isidro, algún concierto de primavera y el Corpus Christi.
Hace más de 2500 años Pitágoras dijo que debíamos cantar o tocar algún instrumento para eliminar entre otras cosas, el miedo, la angustia o la indignación. Muchos músicos y cantantes lo han conseguido durante el confinamiento. Por si esto continúa, y para las personas que no pueden tocar ni cantar, ahí van algunos consejos para escuchar, según Ramón Sánchez Ocaña en la revista “Humanizar”: efecto relajante: Vals nº 15 de Brahms o la Sinfonía Incompleta de Schubert; estimulante: Gran marcha de Tannhaüser de Wagner o la Sinfonía del Nuevo Mundo de Dvorak; para recuperar energía: Marcha Eslava de Tchaikosky o las Bodas de Fígaro de Mozart.
Feliz día de la música.