Índice del artículo
Bajada de la Virgen
“La Bajada” es el momento en que la Virgen es traída desde su ermita a la iglesia parroquial para celebrar los santos Desposorios de María y José. Con “La Bajada” se inician los actos en honor de Nuestra Patrona. Ya en el siglo XVI tenemos constancia de que este acto devocional se hacia en procesión “el primer domingo de mayo sacan en procesión la imagen de Nuestra Señora”, unos diez días antes de los Desposorios, coincidiendo con el jueves de la semana anterior.
Sacan a la imagen de la Virgen de su Camarín del Espino y la colocan en la capilla de Santiago, donde la camarera procederá a engalanar a la novia con sus mejores ropas. Esta bonita ceremonia de vestir a la Virgen tiene sus origen en el siglo XVII con el cambio de imagen. Es la Camarera la que goza del privilegio de cuidar el vestuario de la Virgen y es la encargada de cambiarle la ropa así como de tenerla adecuadamente vestida según requiera cada momento. Previamente la camarera con sus ayudantes ha ido extendiendo por los bancos de la ermita todo el ajuar de la Virgen del Espino, limpio, planchado y bien dispuesto: camisa, refajo, chambra, enaguas (diez de diferentes tamaños) encajes y bordados, faldellín, capita, manto y toquilla, que se completa por delante con un mandilillo bordado en oro, como también están bordados en oro los manguitos.
Dª Carmen Amuategui y Pérez Cabellos, prima hermana de D. Joaquín Pérez Cabellos, era la Camarera de la Virgen a finales del siglo XIX. Ya en el siglo XX fue Camarera Alfonsa Cano, sucediendo en el puesto a la anterior. Seguidamente recibió el honor de Camarera Isabel Cano García, que lo transmitió a su hija Carmen Crespo Cano Dª Isabel Cano García que lo heredó de su tía Dª Carmen Crespo Cano y actualmente ostenta el oficio de Camarera Francisca López-Villalta Crespo, sobrina de su antecesora.
Así puesta con sus mejores galas espera “impaciente” María la llegada de su prometido.
El jueves, a la caída de la tarde, la imagen de San José acompañada de cumplidores, clérigos, Cofradía con la guardia de Alabarderos que le hacen escolta y todo el pueblo, a los acordes de la banda de música van a la ermita para trasladar a María hasta la iglesia parroquial de Santiago “El Mayor”, donde se oficiarán los Desposorios una vez concluido el novenario. Esta costumbre de ir San José a recoger a la Virgen se había perdido tras la guerra civil, ha sido felizmente recuperada en el año 1989.
En procesión llega a la iglesia parroquial ante el alborozo de todos los amantes y devotos de la Virgen. Allí son colocadas las imágenes junto al altar, al lado izquierdo San José y al lado derecho la Virgen.