Desposorios de la Virgen: Historia y devoción

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Historia de la Devoción a Nuestra Señora del Espino

El Santuario de Nuestra Señora del Espino se halla enclavado en una motilla prehistórica perteneciente al periodo calcolítico (Edad del Bronce). Junto a ella se han encontrado restos de la época romana. Sobre esta motilla los árabes construyeron en la Edad Media el castillo del Tocón, que tras la batalla de las Navas de Tolosa pasó a manos cristianas convirtiéndose en firme baluarte de la defensa de los territorios de la Orden de Santiago y uno de los más importantes del Campo de Montiel.

Según nos cuenta una bonita tradición del siglo XVII la festividad de los Desposorios de la Virgen, se remonta a los tiempos de la invasión sarracena. Los cristianos devotos de la Virgen que habitaban esta zona decidieron ocultar la imagen de María en un terraplén y así salvarla de la destrucción agarena. Escondida permaneció 491 años; mientras los árabes erigieron un castillo en sus proximidades ajenos al tesoro que se ocultaba a unos pasos.

Tomado el castillo del Tocón el 31 de junio de 1212, tras un asedio que duró dos días las tropas al mando de los maestres de Santiago y Calatrava prosiguieron su marcha hasta reunirse con el grueso del ejército. En el castillo quedó una pequeña guarnición al mando del capitán Meléndez Arias, natural de Talavera de la Reina. Algunas familias que acompañaban a la tropa junto con las familias supervivientes, buscaron cobijo y protección en la fortaleza. Unos de los moros, que los soldados castellanos hicieron cautivo, llamado Jarique, ofreció a cambio de salvar su vida desvelarles donde se encontraba escondida la imagen de la Virgen. Aceptada la propuesta les indicó que la hallarían en el terraplén del castillo, bajo un espino. Y así fue rescatada la imagen que colocada en una dependencia del castillo habilitada como capilla.

Reparados los escasos daños ocasionados en la toma del castillo, emprendieron la labor de reedificar sus viviendas, rehabilitar sus propiedades y organizar sus vidas. Poco duró la tranquilidad de sus moradores y de la guarnición que los custodiaba, pues pronto vieron como era rodeado el castillo. Reagrupados los moros, que fueron dispersados durante la toma del castillo del Tocón y auxiliados por los de Alhambra y Montiel se dispusieron a tomarla de nuevo.

Rápidamente se organizó la defensa y trataron de almacenar la mayor cantidad de alimentos posibles. Hecho un recuento inicial vieron que disponían de escasos víveres dado el poco tiempo de que habían dispuesto.

Desposorios siglo XIXEn ese mismo día se produjeron las primeras escaramuzas, unos para completar el cerco y otros para que no se consumara, pues los atacantes eran sabedores de los escasos víveres de que disponía el castillo y que el asedio era la forma más rápida y segura para tomarlo. Dada la superioridad de las tropas agarenas, el cerco se hizo efectivo antes de que llegara la noche a pesar de la aguerrida defensa que hicieron los valerosos castellanos.

Pasadas las dos primeras semanas y mediada la tercera los moradores del castillo estaban ya a punto de la extenuación y la defensa parecía imposible ante el infatigable guerrear que mostraban los moros. El capitán Meléndez Arias mandó hacer recuento de víveres y únicamente hallaron un poco grano y una ternera, ya que el resto del ganado y caballerías ya habían sido sacrificados para alimentar al numeroso grupo de personas que allí se albergaba. Meléndez reunido con sus oficiales y los demás ocupantes del castillo les expuso lo difícil de la situación y lo cerca que estaban de perder sus vidas a manos de los sitiadores.

La Virgen les inspiró una estratagema que en la desesperación y aunque pareciera descabellada fue su salvación. En unos instantes resuelven ponerla en práctica. Decidieron darle al ternero el grano que les restaba para que se lo comiera y luego lanzarlo al enemigo para que creyeran que les sobraban alimentos y así desistirían de sus intenciones.

El ternero llevaba varios días sin comer y devora con avidez el alimento que le ofrecen. Con las primeras luces del sol, varios caballeros cristianos cogen al ternero y lo arrojan por encima de las murallas ante las miradas atónitas de los moros que no saben que se traman.

Soldados musulmanes de la vanguardia, a riesgo de que fuera un ardid para cazarlos, se aproximaron tomando mil cuidados, cogieron la ternera y la trasladaron hasta su campamento. Al abrir el animal para limpiarlo de las entrañas vieron su estómago bien repleto de grano, lo cual les sorprendió pues pensaban que lo tenían escaso; esto les hizo sospechar que aún tenían en el castillo abundantes víveres y que podían aguantar muchos días más su asedio y por otro lado tomar la fortaleza por la fuerza se había visto imposible decidiendo desistir del sitio y retirarse.

Era poco más de mediodía cuando los cristianos asomados entre las almenas vieron como los agarenos empiezan a recoger sus tiendas y a levantar el campamento. El júbilo y la alegría recorrió desde las almenas hasta el último rincón del castillo, unos a otros se daban abrazos y felicitaciones pues la estratagema había surtido efecto.

Llegado el monarca a Membrilla triunfador de la batalla de las Navas y enterado de los felices acontecimientos nombró al capitán Meléndez Arias alcaide perpetuo del castillo del Tocón. El pueblo de Membrilla en ese mismo día hizo voto de celebrar todos los años, el primer domingo de mayo, los Santos Desposorios de Nuestra Señora, como se hacía en la ilustre tierra de Talavera cuna del capitán Meléndez. (1)Esta antiquísima tradición estaba basada en documento fechado el 30 de septiembre de 1782, que dice ser copia de otro anterior. D. José Antonio García Noblejas en uno de sus trabajos habla sobre dicho manuscrito, que obraba en poder de D. Luis Menchén Benítez indicando que los hechos históricos en los que se basa la narración es “interesante y verosímil y perfectamente acorde con las crónicas contemporáneas

El voto es una promesa comunitaria, que realiza un pueblo movido por una profunda fe cristiana, por una gracia o don que ha recibido. En la mentalidad de la época, medieval sobre todo, las desgracias que acaecían a los pueblos se debían a las propias culpas por pecados cometidos; por lo que buscaban la intercesión de Jesús, María o los Santos para que la justicia de Dios fuera benevolente y les fuera concedido el perdón que imploraban así como el fin de los males que les aquejaban.

La Virgen del Espino. 1917Desde la toma del Castillo del Tocón se edificó dentro de la fortaleza una capilla bajo la advocación de Nuestra Señora, culto que se ha mantenido hasta nuestros días, celebrando los Castos Desposorios de María y José el primer domingo de mayo como los membrillatos habían prometido. El primer documento que los menciona es del año 1468, las anotaciones de Diego de Mota, donde menciona la existencia de “:.. la hermita de Nuestra Señora en el Castillo del Tocón que hace fiesta el primer domingo de Mayo...” Venerada María bajo la advocación de Santa María del Castillo como se recoge en la visita efectuada a la encomienda en 1498 “...que se dice de Santa María del Castillo...”(2)“Evocación Mariana y sociedad Medieval- Algunos aspectos históricos de la Virgen del Espino de Membrilla” María Águeda Castellanos Huerta” Ciudad Real 1990. Págs. 242 y 243., cariñoso y señorial apelativo con la que se conocería en los sucesivos documentos. La imagen de la Virgen del Castillo era de bulto (estatua) y dorada, María en actitud sedente y con el niño Jesús en brazos: “ ...su ejecución relativamente fina y correcta y por sus actitudes más libres, humanas y movidas de la madre (sostiene al niño con su brazo derecho) y el niño ... tendiendo los brazos hacia un objeto”(3)Esta descripción pertenece a Bernardo Portuondo en su libro “Catálogo monumental de la provincia de Ciudad Real” Pág. 138. El administrador de la ermita había sido el alcaide de la fortaleza, ahora al haberse marchado este al pueblo la administra un mayordomo. La devoción hacía la virgen del Castillo era muy grande como lo prueba sus numerosos caudales. A instancias del Vicario del partido se requisaron a la ermita 51.260,5 maravedís para la construcción de una nueva capilla en la iglesia parroquial(4)“Iglesias parroquiales del Campo de Montiel (1243-1515)”. Pilar Molina Chamizo.  Ciudad Real 1994. Pág. 131.

En las visitas que la Orden de Santiago realiza al castillo del Tocón se nos va mostrando como bajaban la Virgen del Castillo, para lo que reparan el adarve (5)Adarve es el camino situado en lo alto de la muralla, detrás de las almenas. y levantan una pared para facilitar el acceso a la procesión y a los que llevan a la Virgen en las andas (6)“Evocación Mariana y...” Ob. Cit. María Águeda Castellanos Huerta” Pág. 247.. Contaba ya con vivienda para el santero.

Casi medio siglo después hay constancia escrita del motivo de la festividad, que no es otro que los Desposorios: “...en la dicha villa (la Membrilla del Tocón) y trasmuros della hay una ermita de Nuestra Señora que está en el castillo que dicen del Tocón de mucha devoción en esta villa y su comarca y en cada un año el primer domingo de mayo sacan en procesión la imagen de Nuestra Señora y la lleban  a una iglesia que está cerca della que se dice de Santiago el Viejo y allí se celebran los desposorios de Nuestra Señora, tiene una Bula del Papa que ganan muchas perdonanzas las personas que ofrecen...”(7)“Relaciones de los pueblos de España ordenadas por Felipe II. Ciudad Real” Carmelo Viñas y Ramón Paz. Madrid 1971. Págs. 309 y 310  respuesta a la pregunta 51..

Se hace notar que es una imagen muy milagrosa y que es mucha la devoción que le tiene Membrilla y las villas de su comarca. La ermita la atiende un capellán vitalicio que tenía el cargo de decir dos misas por semana.

En las relaciones de Felipe II, 1575 aparecen algunas de las propiedades de la ermita: “Tiene dicha ermita ciertos quiñones y una huerta y una tienda en la plaza” (8)“Relaciones de los pueblos de España ordenadas por Felipe II. Ciudad Real” Carmelo Viñas y Ramón Paz. Madrid 1971. Págs. 309 y 310  respuesta a la pregunta 51.. Vivían por entonces en Membrilla 200 familias moriscas consecuencia de la dispersión morisca ordenada por Felipe II en 1570 como consecuencia de la sublevación de las Alpujarras.
Las suizas eran habituales en esta época, solían salir con motivo de la festividad de Nuestra Señora. Las suizas eran desfiles a imitación de los militares que realizaban los moriscos para entretener y divertir durante las fiestas. A  principios del siglo XVII, año 1600, se organizó una suiza en Membrilla (9)Programa de Ferias y fiestas de Manzanares de 1998.  “Los Moriscos de Manzanares y el 16 de agosto de 1600” Juan Díaz-Pintado. Págs. 13 a 17. con motivo de las fiestas de Nuestra Señora de Agosto (Santa María de Agosto) a la que asistieron moriscos de Manzanares (Pedro Carrillo).  Desfilaban ordenadamente tras de una bandera, al ritmo marcado por un tambor que tocaba Francisco Marín, morisco vecino de Membrilla, encargado de tocar el tambor en los desfiles y fiestas. Marchaban armados de espadas, dagas, alabardas, arcabuces y alguna escopeta. Iban vestidos con sayas moras la yubba (vestido de amplias mangas, de seda, y colores vistosos y tocados con sombrero recorrían las calles y plazas ante la alegría, el jolgorio y el regocijo del vecindario. De vez en cuando como manifestación de regocijo daban gritos de alegría, hacían pitos, relinchos, alzaban los brazos, realizaban ciertos movimientos y voceaban “lilili”(10)O también lilaila, que los moriscos acostumbraban a dar cuado iniciaban un combate o en las fiestas, que se ha conservado en Membrilla como adjetivo.. El 17 de julio de 1610 fueron expulsados los moriscos de la Mancha, concretamente de Membrilla, salieron 80 familias de las que 72 (361 personas) se concentraron en el puerto de Cartagena para marchar a África.

En acuerdo del concejo de 1617 se hace referencia a la fundación de la ermita indicando que:  “no se sabe ni ay noticia cier/ta de quién ni como la hiciesen y por tradición con/fusa se entiende se fundó de limosnas de la villa/ es el concejo patrón ella”(11)A.C.V.M. año 1617. Acuerdo tomado el 13 de diciembre. A.M.M. Carpeta 8, libro 15..
Ello nos permite saber como el concejo en unión del cura-propio de la parroquia eran los encargados de la administración de la ermita, elegían los capellanes que decían las misas. Era el concejo el encargado de la celebración de los Desposorios cuando no había mayordomo que cumpliera.

Mediado el siglo XVII y en consonancia con el gusto barroco dominante que impera tanto en el aspecto religioso como en el social y cultural se sustituye la imagen de Nuestra Señora del Castillo por otra más ligera y apropiada para sacar en procesión, a la vez que permite mayor riqueza en su alhajas y vestiduras. A esta nueva imagen se la venera con la advocación de Nuestra Señora del Espino como recoge el concejo el sesión de 1646: “... y la mucha devoción que esta villa tiene a Nuestra Señora del Espino que se a de traer a la parroquial”(12)(A) Acuerdos (C) Capitulares de la (V) Villa de (M) Membrilla del año 1646. Acuerdo tomado el 10 de mayo. (A) Archivo (M) Municipal de (M) Membrilla.

Podemos situar en estas fechas el origen de los actuales Alabarderos. Se crean con el fin de custodiar a la Patrona, Nuestra Señora del Espino, a la vez que dar una mayor riqueza y colorido a las procesiones y actos públicos. Membrilla estaba incluida desde la reconquista en la Orden de Santiago, siendo habituales los alardes, desfiles de caballeros, cuantiosos y soldados, que realizaban en determinados días festivos (Santiago y San Miguel). Además en los pueblos había mercenarios, soldados retirados, de forma que quien más y quien menos tenía armas en su casa. Membrilla encuentra el suelo abonado y propicio para el surgimiento de las soldadescas a imitación de las suizas moriscas. Las soldadescas empiezan a desfilar organizados de forma marcial, tras la bandera y al ritmo de un tambor con las alabardas en ristre. Participan en procesiones y rogativas emulando también a las guardias suizas, que eran las fuerzas de élite de los ejércitos constituidos en guardias personales de reyes y papas durante los siglos XVI al XVIII. Al igual que éstas, como arma llevaban una alabarda (13)Arma ofensiva, compuesta de un asta de madera de dos metros aproximadamente de largo, y de una moharra con cuchilla transversal, aguda por un lado y en forma de media luna por el otro. y probablemente fueran uniformados. Eran acompañados en los desfiles de un tambor, hecho éste que ha permanecido como parte de los Desposorios hasta el siglo XX; siendo el tambor el encargado de anunciar los Desposorios.

La tradición del voto ya se encontraba firmemente arraigada en nuestros antepasados como lo demuestra la siguiente cita de 1677: “... Dijeron que por quanto de tiempo in/memorial a esta parte se celebra en esta uilla por boto la/ festibidad de los desposorios de Nuestra Señora y San Joseph/ por el primer domingo de Mayo de cada un año/ en que tiene la deuoción que es notoria ...”(14)A.C.V.M. del año 1677. Acuerdo tomado el 14 de abril. Fol. 19 h. A.M.M. Confirmando que el origen de esta tradición es mucho anterior a los que la sitúan en el siglo XVII. Carpeta 10, libro 23.

A la ermita levantada de una sola planta se le han ido anexionando diferentes estancias, en función de las necesidades. En este siglo, XVII, se le añade el camarín en la fachada este y capilla de Santiago en la fachada norte. Posteriormente se construirá el corredor en la fachada norte de la casa del santero.

Mediado el siglo XVIII la Congregación constituida para la celebración de los Desposorios de la Virgen seguía impulsado la devoción a María: (15)Según el censo del Conde de Aranda. “Cultura y religiosidad popular en el siglo XVIII”. Mª del Prado Ramírez.  Ciudad Real 1986. Pág. 168. Podemos encontrar información sobre las soldadescas en distintas localidades. “Otra Congregación en iguales términos y circunstancias que la antecedente (Congregación para la festividad del Santísimo Christo) para cumplir la festividad de los Desposorios no manifiesta los gastos que tiene”

En el siglo XVIII los fines de estas cofradías se habían desvirtuado y muchas de estas cofradías desaparecen, pues en muchos casos más que realizar obras de piedad se considera que profanan el culto religioso. Fue prohibida la fiesta por la fiesta. Toda actividad festiva fue controlada por el estado. Estamos en el siglo de las Luces, en el siglo de la razón. La cofradía de las Ánimas de Membrilla, constituida en forma de soldadesca, debido a sus múltiples escándalos desapareció, la del Santo Cristo al desmembrarse San Carlos del Valle perdió su razón de ser. Perviviendo únicamente en Membrilla la Congregación para la celebración de los Desposorios.

En Membrilla para la celebración de los Desposorios se toman voluntariamente dos personas, el uno ejerce el oficio de capitán y el otro de alférez,  que son los encargados de costear los Desposorios de la Virgen con el ofrecimiento de una cantidad fija, tal como sucedía en el siglo XVIII en Malagón. En este ofrecimiento, que hacen los oficiales el domingo de Desposorios, también participan todos los hermanos y devotos; pero estos ofrecen la limosna que consideran conveniente, por lo que a veces no se cubren ni los gastos. En algunas localidades los oficiales dan cantidades iguales, en la Virgen del Espino como en otras localidades, da diferente cantidad el capitán que el alférez.

Por lo general los gastos se dividían en gastos religiosos (misas hermanos, vísperas, función, etc.)  y gastos de  colaciones (invitaciones a hermanos e incluso comida a familiares) y pólvora. Lo normal es que parte de estos gastos se cubrieran con los fondos de la Cofradía, que en la mayoría de las ocasiones se dedicaban a los actos religiosos; por ejemplo en Valenzuela de Calatrava los gastos de iglesia lo pagaban los oficiales y los festejos la cofradía. Sin embargo en otros pueblos como Pozuelo era al revés, los oficiales pagaban los festejos; en este caso se encuentra la Congregación de Membrilla. Si algunos años los cumplidores querían aumentar los festejos, era por su cuenta. Celebradas las fiestas en caso de faltar dinero se acudía al mayordomo de la Virgen; del mismo modo si sobraba el dinero, pasaba al caudal de la Virgen.

La estructura de la Congregación se mantenía en la segunda mitad del siglo XIX. En cierto modo también persiste la misma necesidad de amparo y auxilio de los vecino de Membrilla, como podemos deducir por lo acontecido en 1852 ante otra calamidad que azotó al pueblo de Membrilla el 4 de mayo. El consistorio acordó se hicieran rogativas:
“el domingo próximo, nueve del corriente, se traslade a la aparroquia desde su hermita de N. S. del Espino patrona de esta villa con el objeto de hacerla solemnes rogativas” (16)(L) Libro de (A) Actas del año 1852. Sesión celebrada el 7 de mayo. Archivo Municipal de Membrilla. Fol. 9. Carpeta 11, legajo 35.

Los cumplidores son oficiales de la Congregación de Alabarderos, que constituyen una parte esencial de los actos que celebramos en honor de Nuestra Señora la Virgen del Espino custodiando y escoltado a su querida madre.

El ayuntamiento junto con el párroco, el procurador sindico del ayuntamiento el capitán y el alférez “que anualmente cumplan con María Santísima en sus Desposorios se les dará conocimiento por el mayordomo de lo que se recauda y lo gastado para depurar la berdadera existencia” (17)L. A. Año 1856. Sesión celebrada el 19 de septiembre. A.M.M. Carpeta 12, legajo 36. a fin de controlar los ingresos y los gastos para sanear la economía, por entonces muy deteriorada. Esto sucedía en el año 1856 y por estas fechas fue, también, cuando cambiaron los Desposorios de mayo a septiembre. Así como se constata la utilización de la pólvora en los festejos. Era habitual en estas fiestas, como en otras que se celebran en la localidad, el gasto de pólvora, pues en el año 1860 los fondos de la Virgen gastaron sesenta reales en pólvora. (18)L. A. Año 1860. Sesión celebrada el 11 de septiembre. A.M.M.  Fol. 15 h. Carpeta 12, legajo 36. Si querían gastar más pólvora debía ser a costa de los bolsillos de los cumplidores.

Pasados tres años el ayuntamiento en unión del cura ecónomo de la iglesia parroquial, el presbítero D. Francisco Arias, designaron mayordomo (19)L. A. Año 1859. Sesión celebrada el 13 de agosto. A.M.M. Carpeta 12, legajo 36., como patronos que eran, por defunción del anterior, don José Santiago Bellón, a D. Pablo Muñoz. El mayordomo en el siglo XIX, al igual que lo fue en el siglo XV, se encargaba de administrar los bienes de la Virgen del Espino.

Es en la segunda mitad del siglo XIX cuando se funda Cofradía Sacramental de Nuestra Señora del Espino, seguramente en base al Concordato de 1851 y sobre todo del acta adicional del mismo de fecha de 1860, pues al perder el concejo el patronazgo que había mantenido hasta entonces, quedando como único patrono la iglesia, pasan a la Cofradía las funciones del mayordomo.  Lo que dará un nuevo impulso a la veneración de la Virgen del Espino. Se fabricará un templete gótico de plata meneses donado por Dª Cecilia Maseres, D. Eugenio Maestre y Dª Teresa Cabellos. Y años más tarde, 1895, se construirá una carroza para no tener que llevar la imagen de la Virgen y el templete en andas. También se delimitarán las propiedades de la ermita.

Esta labor se continuará en el siglo XX, donde quedarán fijadas sus propiedades y se estimulará la sección de alabarderos impulsando la incorporación de nuevos hermanos. Todo ello se fue consiguiendo gracias a la labor del párroco D. Avelino Ortiz y Carrasco.

La guerra civil acabó con la ermita, las imágenes, la carroza... por lo que desde entonces hasta la actualidad han sido unos años de un lento proceso de reconstrucción: ermita (1940) imagen de la Virgen (1940 ) nueva imagen (1945) nueva carroza por D. Luis Ortega y Bru (1971) nueva restauración a principios del siglo XXI recuperando su antigua arquitectura. A la par se ha ido engrandeciendo la Cofradía y su sección de Alabarderos.