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ACTOS PROFANOS CON MOTIVO DE LOS DESPOSORIOS
En torno a los actos religiosos se han ido desarrollando una serie de actividades lúdicas, recreativas y culturales que son fiel reflejo del carácter de un pueblo, según la intensidad, variedad y originalidad de este tipo de manifestaciones, que por otro lado se nos revelan como características de una determinada época. Los actos profanos en el siglo XVII estaban vinculados a los actos religiosos, tal es el caso de las soldadescas que desfilaban en procesiones, haciendo alarde de sus marcialidad para el regocijo de los vecinos que las presenciaban. En el siglo XVII acostumbraban las soldadescas a entretener el tiempo practicando la espera del toro con alabardas; lo que les valía como ensayo en caso de correr toros en la plaza mayor. Uno de los juegos practicados por los jóvenes era el juego de “la bola” que consistía en lanzar una bola de hierro a pie quieto o a la carrera y ganaba el jugador que había llegado más lejos con la bola. (32)
Otro juego típico en Membrilla y que remonta sus orígenes al siglo XVII (33) es el de la pelota o frontón y que se jugaba en la pared de convento de Trinitarios Calzados, que estaba situado donde está hoy la Sociedad Cultural “ La Protectora”.
Los toros que se celebraban en la Plaza Mayor y eran llevados a ésta por la calle del Toril (hoy Cervantes). Según una tradición poco conocida los membrillatos corrían los toros por esta calle hasta su encierro en la plaza. Los festejos taurinos ya mencionados con motivo de las suizas y con más o menos asiduidad según las preferencias de las autoridades se ha ido manteniendo con festivales taurinos, becerradas y sobre todo aquellos años en los que se hacía en una plaza formada por carros, actualmente en plazas de toros portátiles.
Se han ido incorporando los adelantes técnicos a las fiestas como el invento del cinematógrafo con la proyección de películas de cine al aire libre a principios del siglo XX. Noticia escrita la encontramos en las actas del ayuntamiento de 1933 con motivo de los Desposorios: “Se celebrarán dos funciones de cine al aire libre”. Para ello nombraban una comisión de festejos que era la encargada de la organización de los actos y de hacer un pequeño programa; el cual anunciaba que a las 9 de la noche se proyectarían “Estupendas películas” en la plaza de Castelar (hoy plaza del Azafranal) con acompañamiento de la banda de música. Este tipo de espectáculo perduró hasta principios de los años sesenta. Dentro del mismo ámbito podemos incluir las representaciones teatrales.
La pólvora ingrediente festivo que ya se utilizaba en el siglo XVII ha ido evolucionando con el paso del tiempo; en el siglo XVIII se le denominaba “papeles del pólvora”. Mediado el siglo XIX, a principios de los años sesenta el ayuntamiento gastaba sesenta reales en pólvora. Pocos años más tarde, finalizando el siglo el consistorio gastaba el día de la Víspera 150 pesetas en “juegos artificiales” que se adquirían a la empresa Manuel Mínguez (34). Iniciado el siglo veinte (35) el gasto en fuegos artificiales asciende a 200 pesetas, siendo ahora adquirido a la empresa pirotécnica de D. Aurelio Cárdenas. La función de fuegos artificiales era amenizada por los acordes de la banda de música; por cuya actuación recibía la cantidad de 85 pesetas. Tras la guerra civil y por los años cincuenta, el lunes de Desposorios, se decía terminaban las fiestas con una “monumental traca” y ya a finales del siglo XX “lanzamiento aéreo de una espectacular colección de fuegos artificiales que anunciará el final de las fiestas”
La música es un componente festivo al menos desde el siglo XVII con la participación del tambor con los alabarderos, pasando con las chirimías del maestro de música de la parroquia. El maestro no solo enseñaba a tocar los instrumentos, también tocaba las chirimías y otros instrumentos con sus alumnos en las procesiones, siempre que el mayordomo de la cofradía los contratara. Hasta el surgimiento de la primera banda de música tal y como la conocemos hoy y de la que ya hemos hecho mención al tratar de la preparación de los Desposorios de 1860 “recientemente creada”. Los primeros maestros de la banda de música fueron D. Basilio García Antón vecino de Campo de Criptana, al que se le daba una subvención de trescientas pesetas. Le seguirá D. Osmualdo del Rey, D. Basilio Cano, D. José Márquez, D. Emilio Cano, D. Andrés Crespo, D. Rafael Cano, hasta llegar a hoy que cuenta Membrilla con dos bandas de música, como ya tuviera en otro tiempo. En las cantidades consignadas por el ayuntamiento como pago a la banda de música hemos de aclarar que los contratos eran con frecuencia anuales, donde se indicaba la participación en diversas fiestas y en ocasiones incluía clases de música. Las actuaciones que contrataba el ayuntamiento con la banda de música eran tres conciertes por la noche del sábado de Desposorios, tarde y noche del domingo y lunes de Desposorios, y tocar diana el domingo y el lunes. Este contrato corresponde al año 1936, posteriormente no se efectuaría. Mediado el siglo XX se indicaba “La Banda de música que dirige D. Andrés Crespo acompañará en la celebración de todos los festejos”. Para terminar con el siglo XX participando en los actos religiosos, dianas floreadas y en conciertos. A las que se incorporaron en las bandas de tambores y cornetas y las Majorettes. Los bailes nocturnos con la verbena popular en la plaza de Castelar, después en la pista de la Sociedad Cultural “La Protectora” y actualmente en la Caseta Municipal.
La fiesta del chico con lanzamiento de juguetes, volcanes con golosinas y sorpresas, disparos de cohetes, volcanes, fuegos japoneses y elevación de globos. Todo ello con el desfile de Gigantes y Cabezudos, acompañados de la Banda de música. Esta fiesta para los pequeños que se celebraba en la tarde del viernes en los año siguientes a la guerra civil, pasó en los años setenta a la tarde del jueves y actualmente el viernes y sábado Parque Infantil con diferentes atracciones.
Por estas mismas fechas, los años setenta se incorporó la elección de reinas y damas de honor de las fiestas.
Los certámenes de poesía y pintura, las exposiciones de pintura y de fotografía y de artesanía popular entre otras.
Las verbenas populares, las atracciones musicales, de humor, magia, danza y bailes típicos.
En las competiciones deportivas: Carreras ciclistas, concursos de arada, carreras de cintas, tenis, frontón o pelota vasca, natación, carreras de atletismo, carrera ciclista, carrera de sacos, baloncesto, fútbol, con la inclusión del partido entre locales y emigrantes, juegos como tángana, truque, brisca, cucaña, tiro al plato; deportes y juegos tradicionales como la cucaña, el lanzamiento de reja y la tángana y un sinfín de deportes y juegos.
Todo un conglomerado que pone de manifiesto la idiosincrasia de este pueblo de la Mancha, laborioso y acogedor que es Membrilla.