En los últimos días, Membrilla aparece en algunos medios de comunicación provinciales bajo el alarmante titular de que la población podría quedarse sin agua potable desde el próximo día 27 si el ayuntamiento no salda la deuda pendiente con Acciona, la empresa adjudicataria del servicio de aguas de Manzanares, ayuntamiento al que Membrilla paga el agua. (Todos estos medios recogen en realidad una nota de prensa enviada desde la propia empresa Acciona como medida de presión mediática.)
El ayuntamiento en pleno de Membrilla ratificó el pasado lunes 11 interponer un recurso de reposición ante el Ayuntamiento de Manzanares para que se respeten los acuerdos firmados en 1983.
El Ayuntamiento de Manzanares se expresa cautelosamente, argumentando falta de datos o escudándose en que "poco puede hacer" si el Ayuntamiento de Membrilla tiene una deuda con la empresa suministradora, aunque reconoce por otro lado que Membrilla no es un cliente más.
Y mientras, los vecinos dudan. ¿Cómo vamos a deber agua si pagamos religiosamente todos los recibos?
Intentar explicar, argumentar o incluso solucionar en unas líneas un problema, el del agua, que ya ha cumplido treinta años, sería tarea imposible. Pero se podrían esbozar unas pequeñas pinceladas del asunto para intentar acercarse, de modo sencillo, muy sencillo, a algunas cuestiones que tan difíciles se nos hacen de entender en el complicado lenguaje administrativo.
Orígenes del conflicto: ¿Por qué Membrilla comparte captación con Manzanares?
A finales de la década de los 70 el problema del abastecimiento de agua se hace más acuciante en la zona. Sobre todo en la época de verano faltaba agua para las poblaciones de Manzanares y Membrilla, que tuvo que abastecerse por medio de camiones cisterna. Ambos municipios demandan que se faciliten las obras para que llegue el agua suficiente a las dos poblaciones. Pero no era lógico y además suponía un doble gasto innecesario, aunque cada pueblo pedía por su cuenta, que desde el mismo punto donde se encontró suficiente caudal, que era la zona de Los Romeros, hiciesen una instalación para Manzanares y otra para Membrilla. Por ello se llega al acuerdo entre los ayuntamientos de los dos municipios (ambos gobernados por la UCD: Teodoro Rincón en Manzanares y Antonio Arroyo en Membrilla) y la Diputación Provincial de redactar un proyecto conjunto financiado por Diputación para abastecer a las dos poblaciones, entendiendo que entre las dos suman un núcleo importante de habitantes, en torno a los 25.000 vecinos. Un acuerdo que ambas corporaciones entienden justo, razonable y necesario.
Se redacta el proyecto, se adjudica y se hace la obra. Y en todas las páginas de ese proyecto se menciona que el único interés que lo mueve es abastecer a las dos poblaciones por igual; nada de obtener beneficios. Con esa intención lógica y sensata se hacen dos sondeos en Los Romeros, uno de suministro y otro de reserva, se hace una canalización desde los Romeros a las Carniceras, y desde las Carniceras se usa la canalización ya existente hasta Máximo. Allí se hace un depósito más, precisamente para aumentar la capacidad de reserva de agua para las dos poblaciones.
Como ya reconoció el entonces alcalde, en Membrilla estaban escarmentados de épocas anteriores en las que eran habituales los cortes de suministro cerrando la llave de paso. Para evitarlo, Antonio Arroyo, alcalde firmante del proyecto, pidió que no hubiese llaves de paso, de modo que "cuando faltase agua faltase para todo el mundo por igual y cuando hubiese agua, la hubiese para todos". Por este motivo se diseñó una especie de cajón o cubo conjunto en el que vertiese la tubería de agua de los depósitos de Máximo. De ese cubo saldrían dos tuberías: una de 80 cm de diámetro para abastecer a Manzanares, con mayor población, y otra de 20 cm para Membrilla. A escasos metros del arranque de esas tuberías, cada una de ellas tendría su propio contador.
El contrato vigente: el acuerdo de 1983
Con todas esas instalaciones hechas y en funcionamiento, los dos ayuntamientos en pleno acuerdan redactar un documento conjunto en el que se plasmen los compromisos de ambos pueblos; documento que se firma el 1 de enero de 1983 y es aprobado por ambos plenos. Es el contrato todavía vigente.
Entre otros asuntos, en ese documento se dice que el abastecimiento a la población de Membrilla se haría por tiempo indefinido y que el coste del metro cúbico estaría sujeto a lo que represente el gasto de elevación de agua, conducción, tratamiento y mantenimiento de las instalaciones hasta la salida de Máximo. Ese precio debería ser igual para los dos municipios.
El acuerdo se estuvo respetando mientras duraron los gobiernos de la UCD firmantes en ambos municipios, con Teodoro Rincón en Manzanares y Antonio Arroyo en Membrilla. También se mantuvo con los siguientes gobiernos de Megías y Navas, ya con el PSOE gobernando en Manzanares, hasta que éste último decide cobrar el agua con acuerdo a ordenanza.
Miguel Ángel Pozas municipaliza la Sociedad de Aguas, por lo que el agua potable pasa a depender directamente del ayuntamiento de Manzanares. En esa época se le ofreció a Membrilla comprar acciones de la Sociedad de Aguas, lo que facilitaría tener una participación más directa de la gestión formando parte de la sociedad misma, pero el consistorio local no quiso. Desde ese momento Manzanares trató a Membrilla como un usuario más de Manzanares, vinculado al pago del agua por medio de ordenanzas, sin considerar a Membrilla como parte integrante de un proyecto conjunto de abastecimiento.
El Ayuntamiento de Membrilla no recurrió en ese momento.
Porqué paga Membrilla a Manzanares
Manzanares tenía agua desde antes de la guerra, primero de Siles y después de las Carniceras, y Membrilla no. Cuando Membrilla se abastecía de agua con los aguadores, estos iban a cargarla a Manzanares primero y al cargadero del Espino después. En Manzanares se había creado una empresa semipública llamada Sociedad de Aguas de Manzanares, que tenía accionistas particulares mientras que el ayuntamiento participaba en un porcentaje. Esa empresa era la propietaria de los pozos de las Carniceras, de los depósitos de Máximo y de la tubería que llevaba el agua hasta Manzanares. Cuando en la captación de las Carniceras bajan los niveles, la sociedad de aguas de Manzanares compra terrenos en los Romeros, donde posteriormente se haría la captación de agua.
Membrilla podía haber comprado un terreno anexo, respetando la distancia legal, en el que marcar su propio pozo, pero la Diputación propuso la solución más óptima de hacer una captación conjunta para las dos localidades en el pozo de los Romeros existente, si la Sociedad de Aguas estaba de acuerdo. Al proveer las nuevas instalaciones, la Diputación aprovechará las que ya tenía la Sociedad desde las Carniceras hasta Máximo y Manzanares. Además, la Sociedad de Aguas ya tenía una línea administrativa y de gestión de agua desarrollada, por lo que esta población toma un poco el predominio de la situación, con buena disposición por ambos municipios.
¿Por qué un vecino de Membrilla paga cinco veces más que uno de Manzanares por el mismo agua?
En virtud a sus ordenanzas, Manzanares trata al Ayuntamiento de Membrilla como un usuario más, como si fuera un vecino más de Manzanares, al que le cobra unos costes por agua puesta en su misma puerta, y que incluyen, además de los gastos de captación, tratamiento y conducción hasta Máximo, los gastos de conducción hasta Manzanares, mantenimientos de redes locales, lectura de contadores, personal técnico, averías...
A Membrilla le cobra lo mismo que al vecino de Manzanares, pero con el agua puesta en el depósito de Máximo. Por eso Membrilla, además de pagar la misma cantidad que cualquier vecino de Manzanares, debe pagar a su vez sus propios gastos de conducción desde Máximo, mantenimiento y reparación de redes, fontaneros, lecturas... Al final, el precio para un vecino de Membrilla es cinco veces superior al de un vecino de Manzanares. El razonamiento justo sería el siguiente: Si soy un usuario de Manzanares más, que pago por todos sus servicios, que vengan de allí a leer contadores y a mantenernos la red. Si no soy un usuario más, sino un colaborador en un proyecto conjunto de abastecimiento, tengo que pagar el agua como refleja el convenio de 1983: al precio de lo que cuesta en el punto de salida de Máximo, punto en el que las instalaciones dejan de ser conjuntas y desde el que cada ayuntamiento se encarga de sus propias redes y mantenimientos.
Los datos que aporta el estudio económico encargado por la actual corporación de Membrilla para valorar los costes reales del agua, reflejan claramente lo injusto de la situación: Aplicando los cálculos que hace Manzanares por ordenanza, Membrilla está pagando el 90 o 95 % de lo que realmente cuesta elevar toda el agua. Según este estudio, en el 2011 Membrilla ha pagado el 88 % del agua sacada de Los Romeros, o sea, que Manzanares ha pagado un 12 %. En el año 2012, Membrilla ha sufragado el 99,68 % del gasto "conjunto". En el 2013 se estima que el pago cubrirá el 98%. Membrilla hace los cálculos reales de lo que cuesta elevar, tratar, conducir el agua hasta Máximo y el mantenimiento de las instalaciones conjuntas en base al contrato de 1983.
Ver PARTE SEGUNDA: Agua: Conflictos, preguntas y pequeños acercamientos a una reivindicación que dura treinta años (II)