¿Se puede ser niño y misionero? ¿Se puede ser misionero siendo niño? Son preguntas contestadas el pasado sábado en Daimiel con la presencia de más de 2000 pequeños misioneros de toda la Diócesis de Ciudad Real, a los que quisieron sumarse medio centenar de niños de la Parroquia de Santiago el Mayor de Membrilla, que participaba por primera vez en el encuentro.
La Delegación de Misiones de nuestra Iglesia prepara cada año este encuentro en el que se pretende animar, cada vez a más niños, a participar de la misión. Y es que tener poca edad no impide que, desde su colegio, desde su catequesis, desde su parroquia y sus casas, con sus amigos y jugando, los niños puedan ser misioneros. De este modo, una cultura vocacional en torno a la misión se extiende desde los primeros años de formación. Además, los niños pueden aprender cómo viven otros niños de sus mismas edades en otros países.
El encuentro comenzaba a las 10 de la mañana con la llegada de los niños a Daimiel. Portando pancartas y cantando, todos se reunieron en el centro de la localidad, que acogió a los participantes con la ayuda de voluntarios y disponiéndolo todo para la seguridad y la comodidad de la celebración. Juegos y talleres, como es habitual en estos encuentros se extendieron, tras la oración, hasta la hora de la comida.
La Eucaristía, presidida por Antonio Algora, nuestro obispo, se celebró a las 16,00 h. con la participación de niños y mayores en el pabellón ferial de Daimiel. Los cantos y la alegría predominaron en una celebración en la que el obispo explicó qué es ser misionero desde la figura del pastor, hablando de Cristo y su pastoreo sobre todos los cristianos.
Una vez concluida la celebración, los niños fueron desplazándose de nuevo a cada uno de los 41 pueblos que llegaron a Daimiel. Una gran cantera de cristianos para el futuro que trabaja en la misión desde la infancia.
Fotos: Diócesis Ciudad Real/M. Aparicio