Superando las previsiones más pesimistas en lo meteorológico, el Domingo de Ramos amanecía con sol en Membrilla para disfrutar de una mañana muy especial en su Procesión de las Palmas; especial en cuanto a las novedades que ofrecía respecto a ediciones anteriores.
La más importante, la recuperación del emblemático espacio de la iglesia del Convento de las Concepcionistas Franciscanas para el acto de bendición de las palmas tras más de una década cerrado al culto. Tras el hundimiento del techo en el año 2013, y pese a la posterior restauración del tejado, el año 2014 inauguraba la nueva costumbre de bendecir las palmas en la iglesia de San Mateo, cambiando itinerarios y usos de una procesión que siempre había estado vinculada al Convento.
Tras las últimas obras de restauración y rehabilitación, la iglesia “de las monjas” acogió de nuevo este simbólico acto en el que el párroco Pablo Martín del Burgo bendecía los ramos de olivo y las palmas que desfilaron en la procesión, volviendo a ser el punto de inicio de este cortejo procesional. Monaguillos, vecinos y vecinas de todas las edades, cuerpo apostólico representado por miembros de las hermandades, autoridades civiles y religiosas, pregonero, miembros de la Junta de Hermandades y Cofradías, y muchos niños y niñas vestidos al modo hebreo, acompañaron a la simbólica figura de Jesús entrando a Jerusalén sobre un pollino; papel que por segundo año consecutivo quiso representar con amabilidad y simpatía el propio párroco.
La otra novedad a destacar fue la participación por primera vez en una procesión de la Banda Juvenil de la Unión Musical de Membrilla. Jóvenes que se sumaron a un desfile en el que también participaba la Banda de Cornetas y Tambores Jesús Nazareno.
Tras el recorrido por las calles de Membrilla, la comitiva entraba al templo parroquial de Santiago el Mayor donde tuvo lugar la Eucaristía Solemne del Domingo de Ramos.
Fotos: E. Alumbreros.