Se pueden contar con una mano las ediciones que suma el Belén Municipal de Membrilla. Por eso es aún más sorprendente pasear hoy por sus escenarios, conscientes de lo que un pequeño grupo de vecinos y vecinas han levantado en tan poco tiempo.
El pequeño rincón de la sala capitular de la iglesia ya nos avisaba en 2019 de que esta gente sabía lo que estaba haciendo. Y hoy sorprenden a los centenares de visitantes que pasan por la Cámara Agraria de la localidad para revivir los primeros momentos de la vida de Jesús en un completo recorrido iconográfico desplegado en los más de 50 metros cuadrados del belén.
En la edición 2024 se incorpora al paisaje el pueblo de Nazaret, que acogió la Anunciación y los Desposorios, el episodio tan vinculado a Membrilla que los belenistas nos regalaron el año pasado. También aparece un nuevo Jerusalén, una visión más completa de la ciudad bíblica que se descubre a través de sus callejuelas y escenas cotidianas, en perspectivas muy logradas y aplaudidas por los visitantes.
Los belenistas han conseguido dominar el agua, ofreciendo una relajante mirada al belén entre riachuelos y cascadas.
Y, en un entrañable guiño manchego, nos muestran este año una típica bodega anexa al viñedo que duerme en diciembre. Una bodega donde no faltan las tinajas de barro recogidas en sus empotros de madera, las cubas y toneles y los carros para trasladarlos. El vino, tan presente en La Mancha y también en Tierra Santa; tan vinculado después a la vida misma de Jesús.
La marcha a Belén, la anunciación a los pastores, el sueño de José, Herodes, la Huida a Egipto… Los episodios se suceden salpicados de múltiples pequeñas escenas llenas de personajes sencillos, entre construcciones y animales. Pequeñísimos y entrañables detalles: Hay un pequeño gatito que acompaña a una lavandera… Hay un pájaro posado sobre el puente que cruza una campesina… Hay un agasajo esperando a los invitados a los Desposorios… Hay un perrete sentado en la calle, mirando a los ojos del visitante del belén. Y ese puesto de damajuanas…
Y, en el centro, el Nacimiento, siguiendo la costumbre de cambiar cada año el diseño del “portal”.
Por si cabía alguna duda, el belén es una obra completamente artesanal en la que sólo se adquieren algunos elementos concretos y las figuras humanas. Las principales son costosas piezas de barro entelado que suelen absorber la subvención municipal que reciben cada año los belenistas. Del resto se encargan ellos: construir y pintar casas, palacios, escenarios, pueblos y poblados nómadas; vegetaciones y paisajes. Estudiar paisajes y ubicaciones, perspectivas y miradas.
Pero el principal valor es lo que supone: año tras año están creando y consolidando, figura a figura, un Belén Municipal que es propiedad de todos los vecinos y vecinas de Membrilla. Y lo hacen desinteresadamente.
Por eso no nos cansamos de admirar y de agradecer, qué menos, el trabajo de nuestros belenistas municipales: Román Bellón, Pauli Taviro, Alfonsi Navarro, Rosa Márquez, Pedro Antonio Ramírez y este año también Pepe Bellón.
¿Fotos? Pues sólo algunas testimoniales. Lo mejor es ir y descubrirlo personalmente. En la Cámara Agraria, en este horario:
* De lunes a sábado: 17:30 a 20:00 horas
* Domingos y Festivos: 12:00 a 14:00
* 24 de diciembre: 12:00 a 14:00
* 31 diciembre y 1 de enero: Cerrado.
