Si una fórmula sencilla funciona y estos tiempos de crisis no permiten experimentos que busquen la grandiosidad basada en el exceso, no tiene sentido cambiar nada. Los responsables de Festejos ya decidieron cambiar el año pasado y acertaron con una cabalgata que fue bien recibida por los vecinos.
Membrilla repitió este año una Cabalgata de Reyes con un marcado carácter musical donde los Reyes Magos tuvieron que compartir protagonismo con dos participantes de peso: por un lado los músicos de la localidad y por otro, Bob Esponja.
Siguiendo la estela de la estrella de Belén, se colaron en este particular portal, como ya se ha colado en nuestra agenda navideña, muchos jóvenes representantes de Papá Noél que, acompañados por miembros de las peñas caballistas de la localidad, escoltaron en su recorrido a Sus Majestades de Oriente (o de dónde vengan). Con la colaboración de las peñas de carnaval de la localidad, Melchor, Gaspar y Baltasar recorrieron un itinerario diferente por las calles de la localidad camino del Portal de Belén acompañados por las notas de las principales agrupaciones musicales de Membrilla: la Asociación Maestro Emilio Cano, la Banda de Música Virgen del Espino y las tres bandas de las hermandades de Semana Santa: Hermandad de San Juan, Hermandad de Jesús Nazareno y Hermandad de la Verónica.
Aprovechando el buen tiempo de la tarde del sábado, sólo llovían caramelos, cientos de vecinos salieron a las calles para disfrutar del espectáculo ofrecido por una comitiva real que no quiso perderse ni el mismísimo Carl Fredricksen (UP), en la que fue muy solicitada la figura de Bob Esponja y que estaba cerrada por el gran espectáculo del circo. El recorrido concluyó en el divertido y entrañable Belén viviente instalado en la Plaza del Azafranal, lleno de pequeños y vivarachos pastorcillos, donde los Reyes Magos entregaron sus ofrendas de oro, incienso y mirra al Niño recién nacido.
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