Las hermandades de Jesús Nazareno y de Nuestra Señora de la Soledad celebrarán de modo conjunto durante el 2015 el 75 aniversario de la llegada a Membrilla de sus dos imágenes titulares, las primeras recuperadas para el culto en la localidad tras los acontecimientos del 36.
La Guerra Civil española fue un duro golpe para todas las hermandades de Membrilla, no sólo por el ataque a sus propias creencias religiosas, sino también por la destrucción del patrimonio histórico y cultural que atesoraban. En este sentido, aunque ambas hermandades pudieron poner a salvo parte de su legado documental, no fueron tan afortunadas con sus imágenes titulares, Nuestro Padre Jesús Nazareno y Nuestra Señora de la Soledad, de gran valor artístico. Ambas tallas fueron destruidas, junto con el resto de imaginería local, durante el incendio de la iglesia parroquial de Santiago el Mayor el 23 de julio de 1936.
Al término de la guerra, las hermandades se reorganizan y ya a finales de 1939 deciden adquirir nuevas imágenes para el culto. Las dos primeras, encargadas al mismo taller valenciano, serán las de Nuestro Padre Jesús Nazareno y Nuestra Señora de la Soledad, que llegaron juntas a Membrilla en la Semana Santa de 1940.
Ese es el sentido de celebrar de manera especial este aniversario, según palabras de Agustín Borja, presidente de la Hermandad de Jesús Nazareno, rendir culto y recordar: “La idea pasa por celebrar la llegada de dos de las imágenes que más devoción tienen en nuestra localidad; establecer una serie de actividades que acerquen a los fieles a estas tallas desde un punto de vista religioso, explicando la devoción a estas y el sentido y significado real de cada advocación, para conocerlas mejor; una serie de actos extraordinarios que permitan a los vecinos acordarse siempre este 75 aniversario. Pero también la celebración pasa por recordar de alguna forma cómo tras los sucesos acontecidos en la Guerra Civil española, la Iglesia y las Hermandades de Membrilla fueron capaces, con mucho trabajo, de reconstruir su historia y su futuro mediante la reorganización de cultos y la adquisición de imágenes, de enseres y otros elementos.”
Aunque la historia de ambas cofradías se remonta, al menos, al siglo XVIII, desde la Hermandad de Nuestra Señora de la Soledad consideraron que la fecha de 1940, con la bendición de la imagen de la Soledad actual, constituía un hito importante en la hermandad. Así lo explica Alfonso Villalta, su presidente: “Desde el primer momento, en la hermandad se pensó que se trataba de una efeméride digna de celebrar, y que tenía que ser un homenaje a todos los hombres y mujeres que han pertenecido a la hermandad desde entonces, a todos los fieles que se han encomendado a la Virgen de la Soledad durante todos estos años y que han puesto en sus manos mediadoras tantas peticiones de gracias y favores.
Además, se ve como una excelente oportunidad para que la religiosidad popular que representan las hermandades sea, una vez más, el camino para acercarnos a los misterios de la fe, y ponernos al servicio de la Iglesia en la tarea de trasmitir el mensaje de Jesucristo.”
Aprovechando los mismos orígenes de ambas tallas y su llegada conjunta a la localidad, las dos hermandades decidieron realizar una celebración conjunta del aniversario. “Con la Hermandad de Jesús Nazareno existe una inmejorable relación, -explica Alfonso Villalta-, y desde el primer momento en el que surgió la idea de celebrar conjuntamente el 75 aniversario de la bendición de ambas imágenes, la sintonía ha sido total. Igualmente sucede con la Parroquia, con quien se está coordinando todos los cultos y actos a celebrar, a los que se pretende que se puedan sumar todos los colectivos parroquiales, además de, por supuesto, las demás hermandades de Membrilla.”