Cada año, como viene siendo habitual, el corazón se nos llena de gozo e ilusión al hacer balance de los ingresos habidos durante la campaña en Manos Unidas, y este año igual que los anteriores la alegría nos conmueve al ver tantas Manos solidarias y generosas, unidas por la causa común de ayudar.
Las cifras, ofrecidas por sí solas, como resultado de una recaudación pueden resultar frías e insignificantes, pero si se tratan de comprender en su contexto, en aquel o aquellos motivos que pusieron en marcha a un grupo muy numeroso de personas el sentido meramente matemático cambia y se transforma.
Al ofrecer estas cifras estamos ofreciendo el resultado de una movilización muy numerosa de cientos de personas que han participado en múltiples actividades, bajo una misma y única causa: colaborar de forma desinteresada ofreciendo una ayuda material y económica para que otras personas puedan desarrollarse en sus situaciones más básicas en la vida y puedan vivir. Crear un MUNDO NUEVO.
¿Quién no quiere un colegio para sus hijos, y próximo al domicilio de residencia? ¿Quién no quiere un hospital lo suficientemente equipado para poder sobrevivir a enfermedades no muy graves? ¿Quién no quiere para sí y para su pueblo una red de agua potable y alcantarillado que haga que la vida reúna unas condiciones mínimamente saludables?
Todos estos pueden ser motivos aparentemente básicos, de objetivos muy elementales, que en nuestro país hace muchísimos años que están logrados y, por ello, podemos hablar del Estado del Bienestar, pero también son motivos para ser generosos porque hay millones de personas que aún no pueden aspirar estos servicios básicos para sobrevivir a las duras condiciones de la vida.
Sabemos que muchos y muchas de los colaboradores de Manos Unidas sois conscientes de ello y por ello somos conscientes de la generosidad que os mueve y se manifiesta en cada cantidad recogida en cada actividad de la que damos relación, para contribuir con la transparencia, la cual corresponde a la confianza depositada en este grupo que gestiona este maravilloso recurso de la solidaridad que cada campaña se despliega en Membrilla, cuando se pide la colaboración.
Nuestra más sentida gratitud, desde el grupo de Manos Unidas, que está muy satisfecho por la espléndida cantidad económica recogida, siendo testigos de cómo se hace realidad el Evangelio al contemplar cómo se pone por obra el “tuve hambre y me disteis de comer”. Que Dios os lo pague.