El mes de febrero se ha cerrado con unas cifras históricas en lo que a desempleo se refiere en nuestra localidad: Según datos facilitados por el Servicio Público de Empleo Estatal (antiguo INEM), nuestra población cuenta, a 28 de febrero, con 417 parados: La cifra más alta de paro de los últimos cinco años en Membrilla. Se supera así la lamentable cifra de 409 parados contabilizada en diciembre de 2009 y los 403 parados del mismo año, hasta el momento los puntos negros del gráfico del desempleo en Membrilla.
Durante el mes de febrero se han registrado 59 contratos de trabajo, de los cuales sólo uno tenía la condición de indefinido. Esta cifra sigue la línea de la baja contratación registrada en los últimos meses: durante el mes de enero se registraron 75 contratos y en diciembre de 2009 sólo 48 y 78 durante el mes de noviembre.
El desempleo en febrero creció en ambos sexos de un modo similar, registrándose más de doscientos parados en ambas categorías: 212 parados masculinos, once más que en el mes de enero localizados sobre todo en la horquilla de edad que va de los 26 a los 44 años, y 205 desempleadas, cinco más que en el mes anterior repartidas en todas las franjas de edad contabilizadas.
Por sectores, destaca el aumento del paro en Servicios, registrándose 198 desempleados, trece más que el mes anterior. Los sectores de la construcción y la industria vuelven a aumentar el número de parados entre sus filas. La construcción, con 72 parados, completa un nefasto ascenso que la lleva a su cifra más alta de paro contabilizada desde enero de 2009, donde se registraban 56 parados. La industria, sin embargo, pese a contar con 48 parados sigue una evolución inversa, mejorando las cifras de enero del año anterior donde estaban registrados 70 parados.
Sólo el sector agrario, 64 parados, y el colectivo sin empleo anterior, 35 parados, disminuyeron sus cifras de desempleados, con una y dos personas respectivamente que consiguieron salir de las listas del paro.
Esperemos que las nuevas obras a cargo de los fondos estatales, los planes de empleo regionales y locales y la reanudación de obras paradas en nuestra localidad sirvan para acabar con esta tendencia, volviendo a recuperar, o incluso a mejorar, las cifras de paro de hace unos años. Pese a todo, los contratos temporales de las administraciones, aunque muy necesarios para solventar situaciones graves de desempleo o de introducción al mercado laboral, han demostrado su precariedad, precisamente por su carácter temporal, y no redundan en una contratación más estable por parte de un sector privado algo aletargado en estos tiempos de crisis.