La asociación profesional de médicos y enfermeros PEAC (Personal Estatutario Atención Continuada) del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha ha pedido la dimisión del presidente de Castilla-La Mancha y del consejero de Sanidad, Jesús Fernández.
"Consideramos que tanto por sus análisis del problema, como por sus actitudes y gestos, como por los resultados obtenidos frente a la pandemia COVID-19, ha quedado invalidado para seguir gestionando esta crisis".
La asociación PEAC de la región sostiene que "aun considerando la complejidad, novedad, y gravedad de esta crisis sanitaria, desde el principio García-Page ha mostrado una actitud irresponsable de menosprecio de la situación y de desprecio de los trabajadores públicos".
En el inicio de la crisis, "ante el cierre necesario y pertinente de los centros educativos de nuestra comunidad para un mejor control de la pandemia, se permitió injuriar públicamente a los trabajadores de la educación, profesores y maestros, considerando por su cuenta y riesgo que todo obedecía a un deseo de estos de cogerse vacaciones".
Posteriormente, "no siendo capaz de gestionar la gravedad y las consecuencias de la crisis sanitaria, ni garantizar el material de protección necesario, ni los test diagnósticos que se hacían imprescindibles, ha culpado de algunos de estos hechos a los profesionales sanitarios, o ha manifestado contra toda evidencia que esas carencias no eran ciertas".
Este colectivo recuerda que "han sido demasiados los sanitarios mal protegidos que han fallecido en nuestra comunidad en su lucha contra la COVID-19 para que pasemos por alto su actitud", agravada por el hecho de que "se ha permitido adoptar, en un país democrático, una actitud de amedrentamiento y censura hacia las quejas expresadas por los profesionales sanitarios, con el objetivo de que las carencias denunciadas no salieran a la luz pública".
El colectivo de médicos y enfermeros de la región lamentan que al presidente Page "no se le han conocido durante esta crisis gestos claros y rotundos de apoyo y compasión hacia unos trabajadores sanitarios que se estaban jugando la vida y muriendo en su lucha contra la pandemia" y mientras señalan que "se ha permitido invitar y convocar en las Cortes a la denuncia de los trabajadores sanitarios como forma de desviar la responsabilidad de su mala gestión. Unos profesionales que a lo largo de toda esta crisis han puesto su vida en riesgo en todas sus jornadas de trabajo, y han afrontado su misión asistencial desprovistos del material de protección básico y de instrumentos diagnósticos imprescindibles".