Membrilla celebra el día 3 de mayo la fiesta de la Invención de la Cruz (inventio: descubrir), pero es la noche anterior cuando el espíritu de la celebración se manifiesta con mayor intensidad en la localidad: Noche de cruces, la del 2 de mayo se ha convertido en punto de encuentro de ritos y ricas tradiciones, con las calles sembradas de cruces y el aire repleto de mayos, los cantos de nuestros mayores a una devoción cuyo origen se pierde en la historia.
La noche del 2 de mayo de este 2020 será especial en muchos sentidos:
Primero, porque la población vive confinada en pleno estado de alarma y no está permitida la salida en grupos para visitar las cruces, ni para vestirlas en grupos de vecinos; con suerte hoy los vecinos pueden disfrutar del primer paseo desde el 14 de marzo, limitado en formas y espacio, hasta las once de la noche, pero eso ya es otra cosa. La ausencia de la celebración popular de la fiesta ha tenido, sin embargo, un efecto regenerador sorprendente, pues han sido numerosos los vecinos que se han esforzado por mantener la tradición en tiempos de coronavirus, vistiendo de modo sencillo y familiar numerosas cruces en casas, puertas, patios, balcones... multiplicando así este año el número de cruces vestidas en la localidad.
Segundo, porque la misma norma de distanciamiento social elimina la posibilidad de que las cruces sean un centro de encuentro vecinal, entre oraciones, cantos y bailes, desde el encendido de las hogueras hasta bien entrada la madrugada.
Tercero, porque el silencio se ha adueñado de las calles sin el trasiego de rondallas cantando los mayos; porque el homenaje virtual que están realizando los grupos es magnífico, pero no puede suplir el eco de guitarras y bandurrias en la noche.
El estado de alarma arrastrará una consecuencia más durante el mes de mayo: desaparecerá el tradicional rezo a la cruz en vecindarios y asociaciones, quedando recluido al ámbito de la familia.
Sin embargo, esta situación dejará en la localidad el firme convencimiento de que la fiesta renacerá con más fuerza. Ha tenido que llegar un virus para que los vecinos de Membrilla se vinculen de una manera aún más especial, más íntima y personal, con la Cruz de Mayo y eso hará más especial también la noche del 2 de mayo del año que viene.
Hay centenares de fotografías para ilustrar esta breve crónica testimonial: las cruces que se han vestido este año en el seno los hogares o incluso en la vía pública, como la antiquísima cruz de la iglesia; un recuerdo de las cruces vestidas en años anteriores; un homenaje a los vecinos y vecinas que han mantenido viva la tradición especialmente en los últimos años o incluso la foto fija de las tres rondallas que dan vida a la noche del 2 de mayo…
Pero este 2020, nos permitimos la licencia de dejar una instantánea homenaje a los vecinos de la Cruz Verde… Porque esta noche nos gustaría estar con ellos, con los de siempre, alrededor de su hoguera en vez de confinados en casa. Porque estos tiempos que corren han subrayado como nunca los vacíos de la noche del 2 de mayo en torno a la cruz…