Después de oír al rey Herodes, los magos de Oriente partieron. La estrella que habían visto en Oriente los precedía, y en su camino les acompañaban las cinco bandas de música de Membrilla: las tres vinculadas a hermandades de la localidad, -Banda de CCTT Jesús Nazareno y AM Santa Verónica y San Juan Evangelista-, y las bandas Virgen del Espino y Asociación Musical Maestro Emilio Cano. Bandas precedidas por numerosos grupos de pequeños pastorcillos y pastorcillas musicales que aseguran el futuro de estas formaciones volcadas no sólo en la Semana Santa, sino en todas las festividades de la localidad en una colaboración generosa.
Membrilla repetía cabalgata de Reyes musical la noche del pasado 5 de enero en un recorrido repleto de público que llevó a Sus Majestades desde el inicio de la calle Alfonso X el Sabio hasta el portal de Belén instalado en la Plaza del Azafranal. Y en la mente de todos, padres y pequeños, nerviosos, cada uno a su manera, el continuo pensamiento de quién visitaría esa noche sus hogares o si lo habrían hecho ya... ¿Melchor? ¿Gaspar? ¿Baltasar? ¿?
Con la imprescindible colaboración de las peñas de carnaval de la localidad, las tres carrozas reales (este año algo menos ocultas por los inmensos tractores reales que roban protagonismo a la escena) desfilaron lanzando los tradicionales caramelos acompañadas por Papá Noel en un gran gesto de hermandad entre tradiciones y culturas. Vistosa participación, además, de la asociación motera local y de la peña caballista, que pusieron la escolta más motorizada y más tradicional a la comitiva. Al cortejo se sumaron la reina y damas de los Desposorios 2019.
Los magos siguieron la estrella por las calles de Membrilla “hasta que se detuvo en el lugar donde estaba el niño. Cuando vieron la estrella se llenaron de alegría, y al entrar en la casa, encontraron al niño con María, su madre, y postrándose, le rindieron homenaje. Luego, abriendo sus cofres, le ofrecieron dones, oro, incienso y mirra.” Una escena con guión de los alumnos de la ESO del IES Marmaria de la que fueron protagonistas las rondallas locales, fieles al pie del portal durante toda la jornada, y numeroso público.
“Y como recibieron en sueños la advertencia de no regresar al palacio de Herodes, volvieron a su tierra por otro camino…” Pasando justo por delante de las casas de los niños y niñas de Membrilla para dejarles los merecidos regalos tras un intenso año de espera.