Con la mirada puesta más en Cádiz, próximo destino de su viaje de estudios, que en Belén, los alumnos de 4º de la ESO participaban el pasado domingo en el Belén Viviente de la Plaza del Azafranal, parada obligatoria para todos los vecinos de Membrilla en la jornada de vísperas del día de Reyes.
Tras un intenso y muy cuidado trabajo de montaje por parte de los trabajadores del ayuntamiento, Belén se fue conformando a base de posadas y pequeños establecimientos donde comerciantes y artesanos ofrecían su género y su trabajo. Una suma de tradicionales figuritas del Belén que tomaban vida en la Plaza para reproducir ante vecinos y visitantes los pasajes más emblemáticos de los evangelios y de la tradición belenística nacional. Herreros, carpinteros, lavanderas, castañeros, pastores, posaderos, sobre campos con sabor a Mancha presididos por el castillo de Herodes y protagonistas ya imprescindibles para pequeños y mayores: los dos burros que atienden pacientes las llamadas y saludos de unos y otros. Y todo orientados hacia el centro del misterio: el Nacimiento de Jesús en el portal, con José, María y el ángel.
Desde hace unos años, el propio portal permanece arropado durante toda la jornada por la música de las rondallas locales, Marmaria y Rezuelo, que hacen de Belén el escenario propicio para trasmitir la esencia de nuestro folclore. No hay mejor ofrenda para el recién nacido en La Mancha que nuestros villancicos, jotas y bailes ni abrigo más sincero que el tejido por el sonido de nuestras guitarras, bandurrias, acordeones y castañuelas.
Jornada soleada en esta ocasión, que propició que la plaza del Azafranal se llenase de visitantes sobre todo al mediodía, donde propios y ajenos pudieron disfrutar de las dos inmensas sartenes de migas preparadas por el Ayuntamiento con la colaboración de los mayores para celebrar una popular comida navideña.