La Romería de san Isidro vuelve a congregar a miles de vecinos de Membrilla en el entorno de la cabecera del Parque del Espino, ya consolidada como una de las celebraciones más populares, festivas y “familiares” del calendario local. Más de un centenar de casetas para albergar a cerca de dos mil romeros y, en el centro de la fiesta, la figura del santo más cercano al pueblo y al mundo agrario.
Y esto gracias, sobre todo, a la capacidad de convocatoria de una joven Junta Directiva que tras quince romerías al frente de la organización prepara su relevo, dejando un programa de actos y unos usos objeto de gran aceptación por parte de romeros y visitantes.
Juegos populares los días previos y triduo religioso en la parroquia son la antesala de la romería que se vive en el recinto ferial durante todo el fin de semana. La comida popular del sábado a base de caldereta, siempre bajo la coordinación del grupo de jubilados, y los juegos tradicionales de la tarde, con las carreras de sacos y el pañuelito, llenan la programación del primer día de romería, que se completa con la verbena de la noche, este año a cargo de la orquesta Revolución bajo el frío de la noche manchega. Entre las novedades, un concurso de destreza con tractor al que concurrieron una docena de participantes.
Jornada del domingo
La iniciativa de la Junta Directiva y la implicación de Manoli Muñoz, profesora de bailes regionales en la UP local, y otros grupos de vecinos y rondallas han transformado la procesión de la mañana del domingo en el acto más emblemático de la fiesta: San Isidro Labrador, de nuevo transportado sobre un antiguo carro de labranza manchego, recorre el camino desde la parroquia hasta el templete de la música, bajo la ermita de la Patrona, acompañado por un nutrido grupo de manchegos y manchegas de todas las edades, desde los alumnos de los cursos de bailes regionales hasta la Rondalla Marmaria, encargada este año del acompañamiento musical en la Misa de campaña.
Precedía el cortejo la Agrupación Musical San Juan Evangelista. Tras la imagen, el párroco y miembros de la Junta Directiva de su Hermandad, acompañados por los miembros de la Corporación Municipal y candidatos a las próximas elecciones regionales. Recogiendo el testigo lanzado el año pasado, de nuevo una carroza de temática manchega y costumbrista, en recuerdo de las antiguas carrozas sobre remolques que protagonizaban la romería hasta el Peral. Y, siguiendo la nueva tradición, un nutrido grupo de pequeños tractoristas, algunos incluso transportando sus propias carrozas a escala.
Centenares de vecinos asistieron a la Eucaristía oficiada por Raúl López de Toro, que tuvo muy presente la figura de san Isidro, un santo con los pies en la tierra pero con la mirada puesta en el cielo, al que situó como ejemplo de vida familiar y cristiana. El párroco pidió, entre otros, por los sacerdotes y por la buena gestión de los políticos, en estos días electorales, y tuvo unas palabras de reconocimiento a la labor de la Junta Directiva al final de su ciclo al frente de la Hermandad y de la fiesta.
Al término de la misa, que cerró el Himno a san Isidro a cargo de la Rondalla Marmaria, la imagen del santo patrón de los agricultores españoles fue trasladado al centro del recinto ferial, desde donde presidió el resto de la jornada dominical. Una breve actuación en ordinario de la AM San Juan Evangelista y los tradicionales bailes del grupo de manchegos y manchegas, dirigidos por Manoli Muñoz, pusieron fin a los actos de la mañana.
Tras la comida, agasajo en la caseta de la Hermandad de San Isidro y verbena popular a cargo de la orquesta Danubios, que cerraba la fiesta y un grandísimo espectáculo pasadas las doce de la noche, una hora donde no podía faltar ni la traca final ni el Himno del Membrilla C.F. dirigido por Seve desde el escenario.
Dos días de convivencia entre familiares y cuadrillas de amigos bajo la atenta mirada de san Isidro, que tuvieron también su lado solidario: este año la romería ayudaba a la Parroquia a través de la comida popular y la barra de la Hermandad, con la colaboración del grupo joven de la parroquia de Membrilla. Y como siempre, de justicia, reconocer el trabajo anónimo que desde el ayuntamiento realizan los trabajadores municipales para el beneficio de romeros y recinto.