Los cofrades y vecinos de Membrilla vivieron la noche del Viernes Santo una verdadera “procesión interior”, tal como la definió el párroco Raúl López de Toro en la iglesia de Santiago el Mayor de Membrilla. Las previsiones meteorológicas, que anunciaban lluvia para las nueve de la noche, provocaron una incierto amago de salida de la Procesión del Santo Entierro de la localidad, que tuvo que suspenderse cuando ya estaban formadas las filas de penitentes morados de la Hermandad de Jesús Nazareno, que abre el magno cortejo de la que se ha convertido en la procesión general de Membrilla, en la que desfilan las seis cofradías y hermandades de Pasión.
En sustitución, la Junta de Hermandades y la Parroquia prepararon un sencillo acto de oración y recogimiento en el templo cuando las primeras gotas llegaban a Membrilla. Las primeras y las últimas, realmente. Estuvo acompañado por la interpretación de una marcha, a modo de oración musical, a cargo de cada una de las agrupaciones participantes en el desfile. Así, la extraordinaria acústica del templo, permitió a los centenares de nazarenos y vecinos que llenaban la parroquia disfrutar al menos de Silencio Blanco, interpretado por la Banda de Cornetas y Tambores Jesús Nazareno; Caminando va por tientos en la Madrugá, por la Agrupación Musical Santa Verónica; El Cristo de los faroles, por la Agrupación Musical San Juan Evangelista; y Margot, marcha interpretada por la Asociación Musical Maestro Emilio Cano, que actuaba como banda de palio de la Soledad. Al tiempo, el desfile procesional de algunos pasos se suplió con un leve balanceo en el interior del templo al son de sus respectivas agrupaciones.
Cerró el sencillo acto la oración final presidida por el párroco, que no pudo consolar la tristeza de los cofrades, privados de participar en una procesión de gran belleza estética y profundo sentimiento religioso acompañando sobre todo a la imagen de Jesús Nazareno Yacente, verdadero protagonista del desfile, que recorre las calles de Membrilla escoltado por su cuerpo de romanos y precedido de las popularmente conocidas como “manolas”. Y gran pesar en su Hermandad titular que lamentablemente no ha podido realizar ninguna de sus estaciones de penitencia durante la Semana Santa, la procesión de la Virgen de los Dolores y el Santo Entierro, ambas suspendidas por la lluvia.
Quedaron sin desfilar en la noche del Viernes Santo los pasos del Cristo de la Agonía, que este año cumplía treinta años desde su llegada a la Semana Santa de Membrilla, y María Magdalena, de la Hermandad de Jesús Nazareno; Cristo Crucificado, de la Hermandad de la Santa Verónica y Cristo Crucificado; San Juan y La Piedad, de la Hermandad de San Juan Evangelista; el Calvario, de la Cofradía de la Santa Veracruz y Cristo Resucitado; Jesús Nazareno Yacente, de la Hermandad de Jesús Nazareno Yacente y Virgen de los Dolores; y Ntra. Sra.de la Soledad, de la Hermandad de Ntra. de la Soledad y Stma. Virgen de la Esperanza.