Miles de vecinos volvieron a congregarse en torno al Viacrucis del Miércoles Santo para recorrer las calles de la localidad, esta vez siguiendo las reflexiones del papa Francisco sobre los temas sociales de mayor actualidad.
Tras la lectura de la Primera Estación en el interior de la Parroquia de Santiago el Mayor, los vecinos acompañaron por las calles de Membrilla a la imagen de Cristo Crucificado, titular de la Hermandad de la Santa Verónica y Cristo Crucificado, portado en andas por miembros de varias hermandades locales y no sólo por los de la hermandad titular, como era costumbre. La novedad, además de acusar la falta de anderos este año en la Semana Santa, también introduce un nuevo significado como símbolo del carácter general, no exclusivo de una hermandad, que tiene este Viacrucis, en el que participan todos los cofrades de la localidad a modo particular.
Por las calles de Membrilla, y siguiendo el Camino de la Cruz marcado en domicilios particulares por catorce cruces de madera, resonaron las meditaciones del Papa en torno al drama de los inmigrantes, a la familia, a la juventud, a la figura de la madre… Todo ello entrelazado con momentos de oración y también de silencio.
La majestuosa imagen del Crucificado reflejada sobre el ábside de la iglesia parroquial anunciaba el final de la oración compartida, que cerró su itinerario en el mismo interior del templo con la lectura de la última estación y, un año más, el agradecimiento del párroco por el masivo acompañamiento, el respeto y el silencio de esta manifestación popular tan arraigada en el calendario de la Semana Santa de Membrilla.