Los niños de Membrilla se convirtieron en los grandes protagonistas del Domingo de Ramos sumándose en gran número a la novedosa convocatoria realizada por la Junta de Cofradías, -a partir de una sugerencia nacida en la Junta de la Verónica-, de participar en el desfile procesional de las Palmas.
A las once y media de la mañana se procedía a la bendición de las palmas y ramos de olivo en la ermita de San Mateo, escenario de esta tradición desde hace unos años en sustitución del convento de las Concepcionistas Franciscanas.
Hasta un centenar de niños se acercaron hasta la ermita de San Mateo vestidos con sus túnicas de hermandad, a modo de hebreos, donde recibieron un ramo de olivo bendecido para acompañar a Jesús en su recorrido. Los pequeños enriquecieron aún más el colorido cortejo que, a falta de imagen de Borriquilla, se convierte en una verdadera catequesis viva de la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén, con personajes reales representando a Jesús y al cuerpo apostólico. También participaron algunos jóvenes recién confirmados, que de igual modo habían recibido una invitación especial a sumarse a esta celebración.
Y a todo ello, se añadió la simpática y simbólica presencia de una borriquilla real, tras la gran acogida que tuvo su incorporación a la procesión el año pasado.
El buen tiempo reinante y la presencia de los pequeños multiplicaron la participación tanto en la procesión, en la que desfilaron las 300 palmas adquiridas, como entre el público que salió a la calle para ver el desfile.
Acompañaron el cortejo los párrocos, miembros de la Junta de Hermandades, pregonero y representantes de todas las hermandades de Pasión y Gloria de la localidad, además de autoridades civiles.
Las notas musicales estuvieron a cargo de la Agrupación Musical Santa Verónica.
El cortejo recorrió el itinerario de costumbre hasta llegar a la Parroquia de Santiago el Mayor, donde se celebró la Solemne Eucaristía.
