La Hermandad de la Santa Verónica y Cristo Crucificado casi ha completado este año la restauración del trono dorado sobre el que procesionan su imagen titular de la Santa Verónica y Cristo Rescatado de Medinaceli, y del que solo faltan restaurar las dos peanas superiores.
El trono de la Verónica era una carroza de madera originaria de 1964, con faldones tallados y bañados en pan de oro en 1980. Se completa con unas faldas de tela de terciopelo verde. En el año 2006 se le adjuntaron unos varales para ser portado por mujeres de la hermandad en la madrugada del Viernes Santo con la imagen titular de la Santa Verónica. Más tarde, con la adquisición de la talla de Cristo Rescatado de Medinaceli, el trono procesionaría también en la noche del Jueves Santo del 2008 con la nueva imagen portada por hombres.
Los vecinos y cofrades de la Santa Verónica podrán contemplar esta Semana Santa el resultado casi final de un proyecto que la Hermandad inició hace ya cinco años, al tratarse de una empresa costosa y de larga duración.
En primer lugar, emprendieron la restauración de los cuatro candelabros. Después siguieron las coronas y finalmente, este último año, han sido los cuatro faldones del trono, lo que suponía la parte más cara de todas.
El proyecto de restauración de los faldones ha seguido un proceso muy cuidado y laborioso, realizado en los talleres de Arte Religioso Salmerón, de Socuéllamos.
Tras realizar un dossier fotográfico y un estudio previo de las causas del deterioro (grietas, desconchones…), se procedió a aplicar velos de fibra de vidrio y poliéster a las grietas mayores.
Sobre la superficie ya lijada y pulida, preparada con productos especiales para el dorado posterior, se aplicó pan de oro de primera calidad, protegido posteriormente con barnices especiales aplicando calor a 50ºC para mayor perdurabilidad.
Además de la restauración de los faldones del trono, la Hermandad ha empleado este año parte de sus recursos económicos en la confección de nueve trajes para nuevos componentes de la Agrupación Musical Santa Verónica, a lo que se suma la habitual adquisición de faroles, telas para túnicas, emblemas para las costaleras…