Arropada por centenares de vecinos de Membrilla, la imagen de la patrona de Membrilla realizaba el pasado lunes el camino de vuelta hacia su ermita para cerrar el ciclo religioso de los Desposorios. Tras diez días en la iglesia Parroquial de Santiago el Mayor, donde ha sido obsequiada con el antiquísimo Novenario cuyas raíces se pierden en el siglo XVIII, predicado este año por Enrique Galán Ruedas, la Virgen del Espino se despedía en una multitudinaria muestra de devoción popular.
El domingo 23 Membrilla celebraba los sagrados Desposorios entre María y José que, como recordaba el propio predicador del Novenario, pese a no constar en los Evangelios, forman parte de la tradición cristiana teniendo como referencia antiguos textos apócrifos y escritos de los padres de la Iglesia. Esta preocupación por todo lo relacionado con la vida de María es una consecuencia natural de la importancia que su figura ha tenido en la Iglesia desde los primeros años, adquiriendo el título común de Madre. Importancia que se concreta en Membrilla en la imagen de la Virgen del Espino, como madre y patrona de los vecinos.
Los novios protagonizaron la procesión del domingo por la tarde, en un recorrido por las calles de la localidad que culminaba en el tradicional Ofrecimiento en la Plaza Grande que congrega a prácticamente toda la población, multiplicada en estos días de fiestas. Este hecho religioso, los Desposorios, enmarcado por un cortejo singular con presencia de instituciones prácticamente únicas como el cuerpo de alabarderos, figuras como los Cumplidores y las imágenes de culto, y el acompañamiento musical de nuestras dos grandes formaciones bandísticas, se convierte en un acontecimiento excepcional y muy característico, que bien merecería una mayor promoción y reconocimiento. (Fiestas como Las Paces, la Pandorga, las Caras, la Borricá... son de Interés Turístico Regional.)
En la mañana del Lunes de Desposorios, Membrilla volvía a echarse a la calle para acompañar a su patrona en la popularmente conocida como Subida de la Virgen a su ermita. Miles de vecinos llenaron las inmediaciones de los Paseos del Espino y la cabecera del Parque para asistir a uno de los acontecimientos más emotivos del devocionario local.
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Tras una celebración eucarística presidida por el sacerdote de Membrilla Vicente Díaz Pintado, las imágenes de la Virgen del Espino y de San José partían del templo parroquial acompañados de nuevo de su singular cortejo: Su escolta de alabarderos con su Alabardero Mayor, Pascual Muñoz, reina y damas de las fiestas, los Cumplidores de la familia Luna Muñoz, miembros de la Cofradía de la Virgen y párrocos y sacerdotes vinculados a nuestra localidad. Como banda sonora, las marchas procesionales de la Banda de Música Virgen del Espino y de la Asociación Musical Maestro Emilio Cano.
Llegados a los pies de la ermita, las imágenes de la Virgen del Espino y de San José fueron subidas hasta su ermita, portadas por los familiares y amigos de los Cumplidores y por los alabarderos, respectivamente, donde permanecerán hasta el año que viene.
