15 de septiembre: Aniversario de la Coronación de la Virgen del Espino

Inicio desactivadoInicio desactivadoInicio desactivadoInicio desactivadoInicio desactivado
 



El 15 de septiembre de 1968 Membrilla vivió uno de sus episodios religiosos más emotivos: La Coronación de la patrona, la Virgen del Espino.

La Coronación  de una imagen de la Virgen es una de las manifestaciones populares más singulares del culto a María; una costumbre que se remonta muchos siglos atrás  y que, al generalizarse sobre todo a partir del siglo XVII, suscitó la necesidad de su organización, incorporándose el rito para la coronación de las imágenes de la Virgen María a la Liturgia Romana en el siglo XIX.

El rito de Coronación se reserva a imágenes que suscitan una gran devoción popular y con él se reafirma que “"Santa María Virgen con razón es tenida e invocada como reina, ya que es Madre del Hijo de Dios, Rey del Universo, colaboradora augusta del Redentor, discípula perfecta de Cristo y miembro supereminente de la Iglesia" (Sagrada Congregación para los Sacramentos y el culto divino, Ritual de la coronación de una imagen de Santa María Virgen [14-II-83].
Prenotandos).

El tema es extensísimo. Baste señalar aquí sus orígenes bíblicos, una cita del libro del Apocalipsis: “Y apareció en el cielo un gran signo: una Mujer revestida del sol, con la luna bajo sus pies y una corona de doce estrellas en su cabeza.” Curiosamente, esta cita es la fuente principal de numerosas iconografías marianas, incluida la primera imagen que conservamos de la Virgen del Espino, un grabado del siglo XVIII que ilustra su Novenario: Nuestra Señora del Espino coronada, con una media luna a sus pies.

 Desconocemos gran parte de la historia de la antigua imagen barroca de la Patrona, destruida durante la Guerra Civil, y el paso por nuestras vidas religiosas de la nueva imagen del año 40 fue breve. La llegada a Membrilla de la actual talla de la Virgen del Espino, hace ahora 75 años,  recuperó y consolidó de manera definitiva el culto a la Patrona en nuestra población. Un culto que este año ha cumplido 70 años y que, como apuntábamos, vivió uno de sus momentos más singulares hace hoy 47 años.

Ya habían concluido los Desposorios de 1968. La imagen de la Virgen del Espino fue subida a su ermita el Lunes 9 de septiembre, tras una misa de despedida con homilía de Don Pedro Roncero Menchén. Apenas una semana después, el domingo 15, a las 11:30 de la mañana, la imagen fue de nuevo bajada de su ermita y trasladada hasta el templo parroquial. A las seis de la tarde, el obispo de la Diócesis, Don Juan Hervás y Benet, llegaba a Membrilla para proceder a la bendición e imposición de la corona a la imagen de la Virgen del Espino en un multitudinario acto.  Era el párroco de Membrilla D. Narciso Perea y actuaron como padrinos el alcalde Ángel Fernández y su mujer.

Para perfilar el relato del evento, rescatamos las crónicas de la prensa de la época:



Coronación de la Santísima Virgen del  Espino

"Día grande, de júbilo, jornada de vibrante emoción la que hemos vivido en Membrilla, el 15 de septiembre, con motivo de celebrarse la Coronación de nuestra Excelsa Patrona la Santísima Virgen del Espino, comparable tan solo a aquellas otras jornadas de lejano, pero presente, recuerdo, como las fiestas patronales del año 39, en que todo un pueblo oraba en voz alta ante la imagen que por el momento venía a sustituir la que en años anteriores había sido destruida por la barbarie y que posaba en medio de las ruinas de su ermita en el Cerro del Espino.  También recordé aquellos otros Desposorios en el año 1952 en que después de haber descombrado la parte de la nave principal de nuestra iglesia y debajo de la única media bóveda calcinada, que aún se mantenía en pie, desafiando el fuego, heladas, lluvias y demás inclemencias meteorológicas, recordándonos así a los más jóvenes la esbeltez de su magnífica y airosa construcción, se levantó un provisional altar y púlpito donde honrar a Nuestra Patrona y desde donde cantar sus glorias y alabanzas que anteriormente las habían cantado esforzados hijos cuya memoria se ha querido perpetuar dedicándoles dos calles, como sentido y póstumo homenaje.

Ya desde primeras horas del domingo se vislumbraba el gran acontecimiento que habría de tener lugar por la continua afluencia de personas venidas de distintos lugares y diversos autocares y coches, culminación que tuvo lugar a las seis de la tarde cuando en medio de una gran multitud hizo su entrada a la iglesia parroquial el señor obispo de la diócesis, empezando seguidamente el Santo Sacrificio de la Misa, concelebrado por el señor obispo, sacerdotes hijos del pueblo y algunos de los que han ejercido su apostolado en la localidad. Una vez concluida la Santa Misa se organizó el traslado de la imagen de la Virgen del Espino a la plaza de José Antonio, figurando en el cortejo la banda de cornetas y tambores, la Banda de Música, alabarderos con bandera, el señor alcalde y esposa, portando la bonita corona, en su calidad de padrinos de la ceremonia, la imagen en su carroza, el señor obispo y todos los sacerdotes asistentes, las autoridades locales y representación de la Hermandad de la Virgen y fieles devotos.

Llegados al lugar destinado para la ceremonia, el señor obispo pronunció una sentida y emocionante plática que culminó con la Coronación de la Virgen del Espino, a la vez que el numerosísimo público que llenaba la extensa plaza prorrumpía en una salva de aplausos y vítores a su Madre y Señora.

Una vez terminado el acto se procedió al traslado de la imagen a su ermita con el cortejo antes reseñado, prodigándose durante todo el trayecto los continuos aplausos y vivas, que tuvieron su apoteosis a la entrada de su templo, en donde además se quemó una bonita colección de fuegos artificiales con diversas tracas. Allí mismo fue despedido el señor obispo y se dio por terminada tan impresionante ceremonia que perdurará en el corazón de todos los hijos de Membrilla y de todos los que nos honraron con su presencia y vinieron a compartir nuestra alegría.-C". (Lanza)

Fdez. Megías

Y tú, qué opinas ...