Pese a que la festividad de la Virgen de los Dolores se conmemora el 15 de septiembre, Membrilla continuó fiel a su tradición de celebrarla en el marco del Viernes de Dolores, puerta de entrada oficiosa a la Semana Santa de la localidad.
La celebración religiosa del Viernes de Dolores se inició a las 19 horas en la Parroquia de Santiago el Mayor con el Sermón de la Soledad, que ponía punto final al Septenario en Honor a la Virgen de los Dolores que se había iniciado el pasado día 21.
Durante el Sermón, el párroco Raúl López de Toro puntualizó la importancia y el sentido de la advocación de los Dolores. Recordó además el reciente auge del rezo del Vía Matris, que recorre los siete episodios de la vía dolorosa de la Madre en asociación con el Viacrucis, el camino de la cruz del Hijo, y su misión salvadora. El párroco de Membrilla invitó a los vecinos a recorrer el sentido de los Siete Dolores de la Virgen encomendando a cada uno una oración por los cristianos perseguidos en el mundo, no sólo en países como China, Siria o Irak, sino en nuestra propia sociedad occidental.
A continuación tuvo lugar la primera procesión de la Semana Santa de Membrilla: la estación de penitencia de la Virgen de los Dolores, titular de la Hermandad de Jesús Nazareno Yacente y Virgen de los Dolores. La imagen de la Virgen recorrió las calles de la localidad acompañada por numerosos fieles que portaban velas, superando la asistencia de años anteriores. Para la ocasión, y como novedad, la Hermandad proporcionó unas nuevas velas dotadas de tulipas con la imagen de la Virgen de los Dolores.
Acompañaron a la imagen y su Hermandad en el recorrido procesional miembros de la Junta de Cofradías y del resto las Hermandades de la Semana Santa de Membrilla, además de sacerdotes y autoridades.
El acompañamiento musical estuvo a cargo de la Agrupación Musical San Juan Evangelista de Membrilla.
La Virgen de los Dolores estrenará tras la Semana Santa un nuevo manto, confeccionado por Teresa Crespo Sánchez, miembro de la Junta Directiva de su Hermandad, expresamente para vestirlo en su estancia en la Ermita del Calvario, donde permanece durante todo el año junto a la imagen de Jesús Nazareno Yacente.