El grupo escultórico de La Virgen de la Piedad, paso de la Hermandad de San Juan Evangelista, protagoniza el cartel anunciador de la Semana Santa 2015 de Membrilla. Qué mejor anuncio de la Semana de Pasión que el estremecedor misterio de la representación de María con Cristo muerto en su regazo, sobre el fondo de la iglesia parroquial de Santiago el Mayor de Membrilla, templo donde permanece la imagen durante todo el año y del que parte en la noche del Viernes Santo para realizar su estación de penitencia por las calles de la localidad.
La talla de la Piedad muestra a la Virgen María recibiendo en sus brazos, con dolor contenido, el cuerpo muerto del Hijo recién desclavado de una cruz que también forma parte del grupo escultórico. Viste María un manto azul sobre vestido rojo y oculta sus cabellos con una toca blanca adornada, como el manto, con cenefas doradas. Con su mano izquierda, sostiene la cabeza del hijo inerte; con la derecha, apenas acaricia el brazo de Jesús. No es un lamento desgarrado, sino una contemplación amorosa, íntima y conmovedora. Una escena llena de dolor que no aparece en los textos evangélicos, pero que formará parte del imaginario cristiano desde la baja Edad Media, fruto del desarrollo artístico de la literatura mística del siglo XIV, sobre todo el Stabat Mater de Todi. Cita Reau en su Iconografía del arte cristiano que la Virgen de la Piedad nació a la sombra de los conventos femeninos del valle del Rhin y se difundió a través de las cofradías de Nuestra Señora de la Piedad, muy populares en territorios franceses, a lo largo del siglo XV. De ahí llegaron al resto de Europa y Castilla.
El tema de la Piedad se popularizaría en el arte español de finales del XV y principios del XVI debido a la influencia de sus numerosas descripciones en escritos piadosos y literarios, como la Vita Christi de Ludolfo de Sajonia. A partir de ese momento, numerosas esculturas de la Piedad poblaron las capillas de hermandades bajo la advocación de Piedad o Angustias.
La Piedad de Olot. El Arte Cristiano.
En Membrilla, en 1979, la Hermandad de San Juan Evangelista acuerda por consenso adquirir una imagen de la Piedad para procesionar en la noche del Viernes Santo acompañada por la imagen titular de San Juan. Y lo hacen en la prestigiosa casa Santa Rufina, de Madrid, por 81.000 pesetas.
La Virgen de la Piedad adquirida es el conocido como modelo A18, una talla de pasta de madera originaria de los talleres Arte Cristiano de Olot (Gerona), proveedores en toda España.
El origen de los talleres El Arte Cristiano se remonta a 1880, cuando los pintores Joaquim Vayreda y Josep Berga, que en aquellos momentos dirigía la Escuela Pública de Dibujo, deciden montar un taller para dar salida profesional a sus alumnos y con la intención de dignificar las realizaciones de escultura religiosa en aquellos momentos. Los hermanos Joaquim y Marià Vayreda y Vila, que frecuentaban París con motivo de sus actividades artísticas, habían descubierto allí un tipo de imaginería conocida con el nombre de "Arte de San Sulpicio", desarrollada por un buen número de artistas instalados en el barrio parisino que lleva el nombre del santo.
Al principio, el taller se llamaba "Vayreda, Berga y Cía", transformándose dos años después en El Arte Cristiano. Por allí pasaron numerosos artistas de la época.
Las primeras obras que se realizaron fueron piezas únicas de barro. También decoraban imágenes de yeso compradas en Francia. Pero poco después comienzan a hacer imágenes de cartón-madera, un material que revolucionaria la producción de imaginería religiosa seriada. Era una mezcla muy fuerte que permitía hacer piezas grandes, aligerando notablemente su peso. A diferencia del yeso, el cartón-madera, por decreto eclesiástico de 1887, obtuvo el privilegio de poder ser bendecido (lo que estaba reservado a la madera y materiales nobles y preciosos) y, en consecuencia, recibir culto en los templos.
La talla y su autor
Es cierto que, tras la Guerra Civil, la destrucción casi total del patrimonio religioso y las precarias condiciones económicas de muchas cofradías llevaron a buscar en las imágenes seriadas de pasta de madera una solución rápida y económica, sacrificando con ello el valor artístico de la talla. Pero pese a su adquisición en Olot, la Piedad no debería considerarse sólo una obra seriada más, sino la reproducción de un modelo escultórico de gran valor artístico que sirvió de base a múltiples copias de la Piedad repartidas hoy por toda España.
Puede afirmarse que su autor originario es el escultor Miguel Blay y Fábregas (Olot, Gerona, 1866-Madrid, 1936), que fue el autor del boceto original y de la primera maqueta de la Piedad realizada en el taller de El Arte Cristiano.
Miguel Blay compaginó sus estudios artísticos en la Escuela Pública de Dibujo de Olot con su trabajo como aprendiz en el taller de imaginería religiosa que dirigía Berga y los hermanos Vayreda. Blay comienza a figurar en nómina entre 1880 y 1881, siendo modelador hasta los 21 años. Dentro de la colección del Taller, se conservan algunas figuras modeladas por Miquel Blay. Son bocetos, de pequeñas dimensiones, en tierra cocida , a partir de los que luego se realizaban los modelos originales. También se conserva algún dibujo preparatorio. Se trata de estudios para modelos de imaginería religiosa para ser reproducidos a escala más grande.
La Piedad será una de las obras más populares de su etapa juvenil, en la que predomina aún el carácter realista propio de los cánones de la época, muy lejos de sus experiencias posteriores con las nuevas tendencias artísticas. Actualmente "El Arte Cristiano" sigue confeccionando las imágenes de la Piedad a escala a partir de su boceto. El modelo será el mismo y las principales diferencias se encontrarán en la policromía, en las carnaduras y en el uso de pátinas o estofados.
En este sentido, la talla de Membrilla ya vivió en el año 2014 un proceso de restauración, a cargo de José Castro, en el que se le realizó un policromado nuevo, que dio más intensidad a los colores, a la vez que se dibujaba una cenefa dorada en el borde del manto y de la toca de la Virgen. También la cruz original fue sustituida en el año 2011.
El resto de la trayectoria artística de Blay la resume muy bien el Prado: En 1888 viaja a Roma y, un año después, va becado a París, donde frecuentará la Academia Julian, la Escuela de Bellas Artes y el taller de Henri Michel Antoine Chapu. Después de tres años en París, permanece en Roma año y medio y vuelve a Olot en 1894. De nuevo en París, gana la medalla de honor en la Exposición Universal de 1900 y es nombrado caballero de la Legión de Honor francesa al año siguiente. En 1906 vuelve a España y se establece en Madrid. Miembro de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando desde 1909 y, desde el año siguiente, profesor de la Escuela Superior de Bellas Artes de Madrid. Ostenta el cargo de director de la Academia de Bellas Artes de Roma de 1925 a 1930. Consigue primera medalla en la Exposición Nacional de 1892 por Los primeros fríos, galardón que repite en 1897 por Al ideal. En 1908, logra medalla de honor por Eclosión, conservada, como la anterior, en el Museo del Prado. En estas obras muestra cierta idealización propia de los escultores catalanes en torno al modernismo y la combinación de la línea clásica con una técnica de tipo impresionista. Realiza obras importantes en Barcelona, como La Cançó Popular para el Palau de la Música Catalana, en donde mezcla romanticismo y modernismo, recreándose en detalles suaves y delicados. En Madrid esculpe los monumentos al Doctor Rubio en el parque del Oeste; a Don Ramón Mesonero Romanos en los jardines del Pintor Ribera, en 1914; al Doctor Cortezo en el parque del Retiro, en 1921, y el grupo de La Paz en el monumento a Alfonso XII. Su estilo se sitúa entre la veneración de los valores creativos de la escultura clásica y una voluntad firme de superar el realismo descriptivo. Su escultura posee perfección técnica, verismo elegante, línea estilizada y captación psicológica. Es además un magnífico y exigente dibujante, lo que se muestra en los once dibujos que se conservan en el Museo del Prado.
Imágenes “hermanas” de la Piedad de Membrilla son la Virgen de las Angustias, de La Solana, y la Virgen del Traspaso, de Manzanares; la Stma. Virgen de las Angustias, de Cáceres; Ntra. Sra. de la Piedad, de Bailén; el Descendimiento de la Cruz La Piedad, de Andorra; Piedad de Ntra. Sra. de Alcorisa (Teruel); la Virgen de la Piedad de los Judíos, de Sonseca (Toledo); Ntra. Sra. de la Piedad, de Alguazas, Murcia; Ntra. Sra. de la Piedad, Logroño.- Fdez. Megías.