El acto fue organizado y presentado por Isabel Villalta, escritora y directora de la revista Raíz y Rama, filóloga, etimóloga y poeta. En el salón de actos de la Biblioteca Pública Municipal Lope de Vega de Manzanares se reunieron unas cien personas, que ocuparon la mayor parte de su aforo. Entre los asistentes se encontraban representando al Ayuntamiento Prado Zúñiga, primer Teniente de Alcalde y gestora de Centros Sociales y Cívicos y Paqui de la Cruz, concejala de Educación y Bibliotecas. Antes del inicio, Vicente Alumbreros, informó de las personas y colectivos homenajeados en ediciones anteriores de la publicación, de los que se proyectaron imágenes. Todas estas personas o representantes recibieron un diploma al final del acto.
Sobre Rafael Fraguas, Isabel Villalta resaltó su faceta periodística en el diario El País desde su fundación en 1976, Doctor en Sociología, Ldo. en Ciencias Políticas-Estudios Internacionales, escritor y autor de varios libros, profesor universitario, experto en Geopolítica Estratégica, en el mundo árabe, islam Chií, Cercano y Medio Oriente, corresponsal de guerra y conferenciante en España, Latinoamérica y Europa, así como director o subdirector de varios medios internacionales. Rafael Fraguas de Pablo pertenece a una familia madrileña de abolengo intelectual; uno de sus hermanos fue el gran humorista gráfico Antonio Fraguas “Forges”.
Previo a la intervención del invitado, Isabel dio lectura a un breve poema de Jorge Luis Borges titulado La memoria del tiempo: “La memoria del tiempo/está llena de espadas y naves/ y de polvo de imperios/y de rumor de hexámetros/y de altos caballos de guerra/y de clamores y de Shakespeare./Yo quiero recordar aquel beso/con el que me besabas en Islandia”. A continuación, Isabel lanzó una pregunta al conferenciante para dar paso a su intervención: ¿Quién nos expulsó del paraíso?
Rafael Fraguas agradeció la presencia de los asistentes y las palabras expresadas hacia él, contento por haber encontrado un hogar intelectual aquí con Isabel y Antonio, su marido, entre otros. El tema que nos requiere nos preocupa y es difícil no tomar partido, comentó. Es un asunto de geopolítica de gran envergadura. En sus raíces nos encontramos a Teodoro Herzl, creador del sionismo, que incide sobre la idea de su pueblo respecto a la expansión para encontrar un asentamiento. La Declaración de Balfour en 1917 crea un hogar nacional judío en Palestina y se produce un goteo de inmigrantes de todo el mundo. En la Segunda Guerra Mundial se desarrolla el holocausto nazi a este pueblo. Cuando se gesta el Estado de Israel se hace a costa de Palestina. Las Naciones Unidas aprueban una parte para Israel y otra para Palestina. Esto no lo acepta Israel que hostiga a los palestinos. La violencia se perpetúa y 740.000 palestinos son desplazados al Líbano, Jordania, Siria y otros lugares.
Para abordar la compresión de un fenómeno tan complejo como el que implica la guerra entre Israel y Palestina -señaló Rafael Fraguas- será preciso tener en cuenta una serie de leyes, de probabilidad típicas, observables por la experiencia, así como reiteradas y generalizadas, que rigen la Geopolítica. Esta es la Ciencia que estudia las relaciones entre el poder político y el espacio, territorio, subsuelo, mar contiguo, exosfera... Las aplicaremos en este caso a la guerra israelo-palestina, que dura ya 75 años.
Esto es lo que expuso el conferenciante: la primera ley se refiere a la complejidad. Es preciso establecer que los problemas complejos no tienen soluciones sencillas. Centenares de variables concurren en esta guerra, desde políticas a otras económicas, ideológicas, religiosas, étnicas, internacionales... Naciones Unidas determinó la partición del territorio de Palestina en dos áreas, una israelí y otra palestina, pero no se aceptó, e Israel actuó violentamente contra los moradores palestinos y forzó al éxodo de 750.000 de ellos.
La segunda ley -continuó diciendo- establece el carácter conflictivo y competencial de los dos poderes en escena. Hoy, de un lado, las Fuerzas Armadas de Israel y del otro el aparato militar de la organización política Hamás, que gobierna en la Franja de Gaza desde 2007.
Una tercera ley alude a la representación, la idea que sobre sí mismo tiene cada Estado o entidad presente en la escena: su prestigio, su pasado, la consideración y el reconocimiento que cree merecer. En este caso, Israel esgrime que tiene derecho a consolidar su Estado y a defenderse. Los palestinos, que tienen conciencia de pueblo oprimido, o bien se niegan a admitir el Estado de Israel sobre su territorio o bien se avienen a ello, pero rechazan la ocupación de Cisjordania. Este territorio Naciones Unidas lo previó para un futuro Estado palestino, hoy reducido al 23% por sucesivas ocupaciones de colonos o enclaves militares israelíes. Israel se niega a aceptar Resoluciones de la ONU que le obligan a respetar los intereses de los moradores palestinos.
La cuarta ley hace alusión a las intersecciones de intereses entre ambos contendientes, que se disputan el territorio, el agua, las comunicaciones, la legitimidad... entre muchas otras dimensiones. Sin embargo, los pueblos palestino e israelí son ambos semitas, identidad que podría permitir acercar posiciones.
Es preciso tener en cuenta -siguió explicando el invitado- que otra de las leyes geopolíticas viene constituida porque, fatalmente, toda relación entre pueblos, sociedades y Estados implica una causalidad. Y esa causalidad implica permanentemente la hegemonía de un Estado, sociedad o pueblo sobre el otro.
Entre Israel y Palestina se da una guerra asimétrica, de un lado una política de expulsión de la población palestina del Norte de Gaza, por parte de las fuerzas Armadas de Israel; y del otro lado, una insurgencia pretendidamente de liberación nacional. Hoy, la política de Israel tiene visos de la limpieza étnica y ésta tiende al genocidio, mientras la insurgencia palestina, protagonizada por Hamás, establece una asimetría bélica y se escora hacia el terrorismo, como prueba su asalto a asentamientos judíos el pasado 7 de octubre, que causaron 1.200 muertes y 240 secuestrados.
Por otra parte, hay otros sujetos que participan en este conflicto, como podrían ser los aliados de uno y otro contendientes, en el caso de Hamás, Irán, Turquía, Arabia Saudí y Qatar, y en el caso de Israel, Estados Unidos, aliado incondicional del estado judío y la Unión Europea. Además, juegan papeles importantes los medios de comunicación, así como intelectuales alineados con uno u otro bando, además de Hollywood, a grandes rasgos proclive a la causa judía.
Rafael Fraguas continuó su disertación acerca del tema diciendo: comoquiera que el pueblo judío sufrió en sus carnes una aniquilación premeditada y sistemática por parte del nazismo, que causó en varios millones de muertes, numerosos Estados avalaron la creación de un Estado Judío en Palestina, rechazado por los palestinos e impuesto a sangre y fuego por Israel. Pero la conmoción moral ante el holocausto, llevó a Estados Unidos y Europa, así como muchos otros entes estatales o Gobiernos, a hacer la vista gorda sobre las exacciones que Israel cometía contra el pueblo palestino. Este complejo de culpa derivado del holocausto y su correlato de parcialidad a favor de Israel, resultaría un obstáculo enorme para la solución de este gravísimo problema.
La solución a este arduo conflicto, que pone en riesgo la seguridad regional y mundial, pasa por el arreglo de los graves diferendos existentes: primero la aceptación y la viabilidad de un Estado palestino; le seguiría el tema del agua, en disputa entre judíos y palestinos; más adelante, la fijación de las fronteras reales (Israel es el único país del mundo que no ha acabado de definir sus fronteras pues las va expandiendo a costa de territorios palestinos donde asienta colonos judíos, más de medio millón, ya, procedentes de muchos países del mundo). Y el tema de Jerusalén Este, capital histórica de Palestina, y sede de las tres grandes religiones monoteístas, donde la población palestina sufre discriminación. Todo ello exigiría un arbitraje internacional eficaz y respetado por ambos contendientes y la renuncia al recurso a las armas que, hasta el momento, se han cobrado cerca de 16.000 vidas humanas, aproximadamente la mitad correspondientes a niños y menores de 14 años.
En estos momentos, efectivamente, tiene que haber solución, ceder ambas partes. Hamás debe evitar cometer más atrocidades y olvidar la lucha armada. Israel tendría que pacificar y dejar la violencia. Fraguas hace alusión a las negociaciones y acuerdos de Oslo y de Madrid a la prolongación de la tregua, la influencia de la muy reciente Cumbre Mediterránea, que ha expresado la no interlocución válida de Hamás. El conferenciante traza un círculo que rodea a los dos protagonistas más importantes: Israel y la Autoridad Palestina. Hay 1.600.000 palestinos viviendo de la caridad internacional y la citada Autoridad no tiene recursos económicos ni una fuerza militar. También está el tema -se insiste- de los 160 asentamientos de colonos judíos en territorios palestinos.
No debe suceder lo que está ocurriendo con tantos fallecidos y los problemas sanitarios, económicos o de abastecimientos básicos que tan gravemente afectan a las necesidades de los palestinos. Una frase clave en la solución: Israel y Palestina no son Netanyahu ni Hamás. Se precisa que Israel respete los dos Estados, pues cualquier movimiento repercute en el otro extremo. Detrás de Hamás y de Israel hay una serie de países que pueden ser vitales en unas negociaciones. Lo estamos viendo en la tregua con la participación de Qatar. Fraguas considera necesario cambiar, desactivar las guerras preventivas, que los contendientes se abran al entendimiento y los efectos de la geopolítica internacional. Que el poder nuclear se utilice con fines pacíficos, para no hacer peligrar la existencia de nuestro planeta, pues, como asimismo comentó, un mero accidente medio en las instalaciones nucleares que existen pude hacer mover a la tierra de su órbita. Como curiosidad, mencionó al respecto que parece ser que uno de los motivos de la carrera espacial desde su inicio es el intento de encontrar un agujero negro en el espacio para enterrar el material nuclear nocivo para nuestro planeta. Por ahí deberían unirse las energías tan beneficiosas para todos, apuntó.
Nuestro planeta azul -añadió- cuenta con energía para ser distribuida y que la felicidad se haga realidad ante los enfrentamientos sangrientos. La humanidad tenemos dos problemas fundamentales, uno es el problema macrocósmico (el cambio climático) y el otro microcósmico (las pandemias). Hay razones para que nos agrupemos buscando soluciones. Rafael Fraguas volvió a recordar las leyes de este complejo fenómeno. Las de la Complejidad de las culturas, la Conflicividad entre ellas, la Representación política y la Intersección espiritual. Es necesario, tal vez más que nunca, que piensen en una pacificación permanente unos y otros.
Al final, Isabel Villalta intervino realizando un recuerdo histórico de las dificultades que atravesaron los judíos y los árabes a lo largo de la historia en España y el mundo. Desde obligar a los judíos sefardíes, cuya presencia en nuestro territorio está documentada al menos desde la época visigoda, a vivir en guetos y ser causa de linchamientos, incendios de sus casas y asesinatos, habiendo sido una comunidad de sabios y artesanos que desarrollaron el comercio, hasta llegar a la expulsión por los Reyes Católicos. Esto los llevó a desplegarse por lugares de Europa y Marruecos. O los árabes, que, tras asentarse en España y, dentro de los periodos de agresividad mutua con los cristianos, haber tenido épocas de convivencia y esplendor de intercambios culturales, finalmente la Reconquista ejerció contra ellos un acoso que terminó derrocándolos en la Batalla de la Navas de Tolosa el año 1212, donde murieron unos cinco mil cristianos frente a casi cien mil musulmanes. Siempre perdedores. Recordó Isabel, tal como lo hizo Fraguas, cómo la Segunda Guerra Mundial y los seis millones de judíos exterminados terminaron por tomar la solución definitiva de la recién creada ONU de un asentamiento territorial concreto para los judíos, siempre errantes y despreciados. Apuntó igualmente que Israel tiene un PIB del más del 50% frente, por ejemplo, al 30% actual de España, un país desarrollado en el que se vive muy bien frente a las dificultades de sus vecinos palestinos. La influencia de ambas culturas, la judía y la árabe, a nivel económico, desarrollo agrícola y de las tecnológicas y su civilización cultural de gentes de talento son evidentes y demostrables históricamente en los lugares que ocupan a lo largo del tiempo. La situación actual de venganza del ejército judío al ataque de Hamás el pasado 7 de octubre, sin embargo, tiene todos las señas de haberse convertido inmoralmente en una provocación y estar transformando al pueblo israelí en verdugo histórico, tal como antes lo fueron otros pueblos contra su cultura.
La conferencia del pasado lunes 27 terminó con preguntas de los asistentes y las respuestas del conferenciante. Una de esas cuestiones fue la consideración de algunos medios de comunicación de antisemitas cuando se critica a Israel. Rafael Fraguas responde que es un error; si Israel comete atrocidades hay que decirlas, al igual que tiene derecho a defenderse ante ataques terroristas, no obstante, no siendo de las desproporciones actuales. Se mencionaron los vínculos de apoyo económico de la Unión Europea con los palestinos, así como los de Israel con Estados Unidos. Comentó el ponente la claridad del presidente del Gobierno español en sus intervenciones con el Gobierno israelí y en Rafah, hecho que es de valorar.
Por mi parte, me parecen importantes las reflexiones de nuestro conferenciante respecto a que en este severo conflicto prive lo humano, la buena política, así como que Europa se expresa con transparencia. El asunto de humanidad es muy importante, no se puede poner la democracia a bombardeo limpio. Hay que dialogar, convencer, utilizar la concordia. Rafael Fraguas persevera en que está convencido de que se va a arreglar el problema.
Para terminar, quiero insistir en la buena política que siempre digo que la hay. Ante las imágenes y luctuosos sucesos que vemos, me parecería una falta de respeto y de negligencia andar con tácticas diplomáticas para evitar que algún gobierno se enfade. Es necesario hablar claro y ello no va en contra del respeto que se merecen los interlocutores. Estamos hablando de vidas humanas y de una tragedia inconmensurable que no merece que se lleve tantas vidas humanas o esté destrozando la naturaleza de aquel territorio. Europa debe involucrarse más, negociar más sobre este tema con Estados Unidos, la ONU y la Liga Árabe. Es de la máxima urgencia que se establezca una estrategia de trabajo para que llegue a reconocerse el Estado palestino. El representante de política exterior de la Unión Europea ha hablado claro y el presidente del Gobierno español también, con la dignidad que se merece el tema y nuestro país, dado que estamos en la presidencia europea durante este semestre que termina a final de año. Lo humano debe estar siempre por encima de cualquier interés.
La conferencia e intervención de Rafael Fraguas pienso que ha sido excelente. Como ha mencionado él mismo: aquí, en Manzanares, en Raíz y Rama, tiene también un hogar. Efectivamente, Rafael es una persona de grandeza intelectual, profesional y humana, tal como está grabado en la placa con la que se agradeció su conferencia.
Resti Contreras Jiménez
Fotografías de Carlos Caba y Jesús García
Artículo publicado originalmente en: https://isabelvillalta.blogspot.com/2023/11/el-periodista-rafael-fraguas-analiza-el.html?m=1