Juan Muñoz Navas “Chaparro” abrió un taller de reparación de bicicletas en la calle Valdelomar 8, junto a la Casa de Cristino. Allí se reunían todos los amantes al ciclismo. Recuerdo a “Colores”, Perico “Greña”, “Cholo”, “Peteras”, “Martín”,“Litri”, “Macuto” de La Solana, y un etc. largo de amantes a este duro deporte.
Allí nació también en CLUB CICLISTA MEMBRILLENSE”, una asociación deportiva que montaba competiciones ciclistas, especialmente en las Fiestas de Desposorios, en cuyo organigrama figurábamos Juan “Chaparro”, su cuñado Antonio Arroyo Villa y yo mismo.
Para recaudar fondos que sufragaran económicamente las pruebas se organizaban Festivales Benéficos en el Cine Avenida con aficionados al cante. Me vienen a la memoria Juan Antonio Córdoba “el Maestro Córdoba”, un magnifico guitarrista de Almagro, componente de “Los Blondas” y alguno de La Solana, como Celedonio González, o el “Cara bota”, “el manquillo de Bolaños”,incluso el guitarrista “El nevao”a más de los aficionados locales como Evaristo, el mismo Perico Greña, Pelín, el Cristeño, Antonio Rija, etc.
Juan “Chaparro”, como le conocemos en Membrilla, fue un corredor destacado con grandes dotes para el deporte del pedal, muy valorado y reconocido. Llegó a Seleccionador del Equipo de Ciclismo de Castilla La Mancha.
Sus relaciones personales con figuras nacionales e internacionales del ciclismo, hicieron posible la presencia de muchas de ellas en la pista o velódromo de Membrilla. (Fernando y Jesús Manzaneque, Amalio Hortelano, Rafael Carrasco, Candelas, Barón, el italiano Bruno Sivilotti, etc. etc.)
Me vine a la memoria, con mucho cariño, un gesto ocurrido hace ya un tiempo. Cuando se nominaron “Distinguidos” de Membrilla a María Auxiliadora Martin y a Sergio Bellón, presentación que corrió a cargo de Vicente Alumbreros, Presidente actual de la Federación Castellano Manchega de Ciclismo y Vicepresidente Económico de la Real Federación Española de este deporte, Vicente invitó a Juan “Chaparro” que estaba allí presente, a subir al escenario para hacer entrega de los Galardones concedidos, en un acto de cortesía, admiración y reconocimiento.
¡Qué recuerdos más gratos!
Eran, quizá, los comienzos de una etapa notoria del ciclismo en Membrilla.
