Lope de Vega fue el gran renovador del teatro y en la comedia El galán de la Membrilla lo deja plasmado, como ya he dicho otras veces y explico por antonomasia en el prólogo de la edición de 2007, que Enrique comenta en su comunicativo y excelente artículo, “Cuatrocientos años después”, presente en estas páginas digitales.
La compañía “Cachivaches”, bajo la dirección de Antonio Malonda y la versión de Ernesto Flilardi, ha aplicado a esta comedia a su vez otras reformas que le dan un especial dinamismo en la escena. Filardi, joven dramaturgo licenciado en Filología Hispánica, conoce bien el teatro español desde sus comienzos y sabe que en el siglo XVII era frecuente la técnica de “el teatro en el teatro”, donde hay actores dentro de la trama que ensayan una representación. Esto por poner aquí un par de ejemplos, lo podemos ver en El retablo de las maravillas de Cervantes y en El sueño de una noche de verano de Shakespeare. Además, le han aportado toques de fresca actualidad, móvil en mano vía de comunicados desalentadores, pero al final circunstancia de la idea brillante que explico, otorgándole el rasgo de vanguardia que anota también Enrique en su artículo sin hacerle perder su sabor clásico.
Y en la resurrección de nuestra comedia vemos a Lorena que derrocha energía y dinamismo en el escenario conduciendo a sus compañeros, o éstos siguiéndola, en una coordinación natural en esa aparente alternancia actuación-realidad, todo, en una inteligente concesión a la inteligencia del espectador, brindándole, brindándonos, chispa también a nuestra vanidad entendedora.
Como dato curioso quiero decir, que Ernesto Filardi estudió su carrera en Alcalá de Henares y tuvo como profesor de Historia de la Lengua a nuestro paisano catedrático Pedro Sánchez-Prieto, sin saber entonces ni mientras trabajaba en la adaptación –cosa esta última que también desconocía Pedro-, que su profesor era de la Membrilla de su Galán.
El artículo de Enrique sigue animando el interés por esta obra de Lope, que dará a Membrilla sin duda más beneficios que pérdidas, los de la fama y el prestigio además de los económicos según –como me explica- el convenio firmado.
Gracias a los actores de nuestro rejuvenecido Galán por hacernos pasar momentos tan interesantes, desde Membrilla a Almagro, y que siga la suerte, a la que acompañan el ingenio, la constancia y el buen compañerismo.
Isabel Villalta
