El pasado sábado 31, al caer la tarde, Estética Aloe convocó un evento muy especial en el patio colindante a su establecimiento en la calle Almagro 1 de Membrilla. No sólo se celebraba el 25 aniversario del centro de estética que regenta Ramoni, sino que en esta ocasión fue la excusa para que se generase una extraordinario ambiente, toda una sinergia entre clientes, colaboradores, familia y amigos.
Además, se conjugaron diversos elementos que dieron el sabor de la tierra a este evento: en 31 de mayo, día de Castilla-La Mancha, un patio manchego era escenario de un agasajo de productos manchegos y en el que empresas manchegas ofrecían lo mejor de sí mismas como publicidad.
El motivo principal del evento era agradecer a la clientela Estética Aloe la confianza que sigue depositando en ella y que sigue reclamando sus servicios, ya que “todo ello es una motivación para seguir aprendiendo, para poder ofrecerles siempre lo mejor de lo mejor”, apunta Ramoni, que en un momento de la fiesta dijo ante sus clientas y amigos: “sois la parte más importante de Estética Aloe”.
Cerca de un centenar de personas participaron de este extraordinario ambiente festivo perfectamente engalanadas para la ocasión, lo que aportó la nota de calor y cariño al evento. A Ramoni todo le pareció poco para ofrecerles: hubo comida, bebida, música, mucho cariño y buena energía. Una fiesta fenomenal a la que acompañó la templada noche primaveral con la que se despidió mayo.
Un evento especial
Era un evento singular por varios motivos. El entorno no podía ser el más adecuado, un precioso patio manchego lleno de detalles artesanos combinando la técnica vintage con el reciclaje, todo de la mano de Ana. Se creó un ambiente familiar, idóneo para la conversación, lleno de rincones cargados de significado: farolillos de ganchillo y blonda iluminaban las arcadas entre columna y columna, centros con mensaje como: “descubre tu belleza” o ” destapa tus sentidos” simbolizando los cuatro elementos de la naturaleza, aire, tierra, fuego y agua. Una bonita entrada, en la que Cristina, modelo de maquillaje de Estética Aloe, daba la bienvenida a los asistentes e invitaba a todo el que quisiera a poner un mensaje en el libro habilitado para tal fin, u obsequiaba a todo aquel que se iba marchando.
Fue diferente porque todas las firmas colaboradoras del evento lo fueron con el único objetivo de intercambiar los productos por la publicidad generada a través de la revista Artaffa Gourmet, publicación digital colaboradora del evento, y con los medios propios generados para la ocasión. Como señalaron desde una de las empresas colaboradoras: “es importante que se oiga hablar de nuestros productos y de nuestro saber hacer”.
Empresas colaboradoras
Así pues Bodegas Yuntero ofreció su vino tinto Epilogo y blanco de cultivo ecológico Mundo; Bodegas Rezuelo también ofreció sus vinos tinto y blanco de El Galán; El Asador Luisma puso el producto manchego (tiznao, pisto, asadillo, tortilla y también salmorejo); El Asador En Boca aportó el catering, con mini sandwiches, mini hamburquesas, bocaditos brochetas y un refrescante gazpacho; La Lonja Manchega aportó el queso manchego, así como los encurtidos; y por último, Martín de la Leona Pastelería ofreció la tarta en la que reflejo el emblema de aloe a la perfección, y que fue servida junto con una variedad de tés de diversos sabores, gentileza de La Rosa del Azafrán.
La revista Artaffa Gourmet editó para tal evento su revista digital bilingüe en la cual se publicitan todas las empresas colaboradoras de forma totalmente gratuita, así como la suscripción a la misma. Todo quedó inmortalizado con la fotografía y vídeo de la fotógrafa Juani Luna.
Nueve empresas colaboradoras del evento que junto con las tres firmas que durante la semana ofrecieron diversas actividades en Estética Aloe (Soloisa, Germain de Capuccini y Gemma Martín) conformaron un interesante grupo de nuestro entorno manchego junto con el centro de estética: “si los negocios no nos apoyamos para generar movimiento y confianza, hoy en día, no avanzamos”, como señala Ramoni.
Como broche de oro, Miguel y David Natal, sobrinos de Ramoni y artistas en potencia tomaron sus guitarras y en el mismo patio donde dieron sus primeros pasos y su bisabuelo ya cantaba flamenco y tocaba la guitarra, llenaron de acordes los soportales. Toda la casa quedó inmersa en su arte desenfadado, con canciones de Estopa y Melendi que hicieron las delicias de todos y pusieron a bailar a más de uno. Llenaron la casa de música, buena energía y alegría.
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