Si miramos la tabla, nos muestra una imagen más real del equipo de Andrés Roso que se sitúa a siete puntos del ascenso y además con un partido menos. Un conjunto que no maravilla pero que sabe desarrollar su calidad y capacidad para equipos que no son de su Liga como el Valdepeñas que siguió demostrando su nula pegada como visitante.
El domingo el Membrilla se sirvió del equipo viñatero para enlazar su quinto partido consecutivo sin perder. Los amarillos fueron superiores a sus rivales que aunque dieron la cara no tiraron ni una sola vez a puerta.
El encuentro arrancó con un Valdepeñas más metido en el partido, muy empalagoso y mejor asentado sobre el terreno de juego. Sin embargo, el Membrilla, una vez que superó la ligera presión inicial de los jóvenes jugadores visitantes, tuvo algunas ocasiones para romper la igualada inicial por medio de Corre, Agudo y Josan pero tropezaron con el guardameta visitante Tole y la incómoda defensa valdepeñera. Con el minuto 45 ya cumplido, Josan provoca una falta muy peligrosa al borde del área valdepeñera, que Jose Pedro bota superando por arriba a la poblada barrera rojilla que a su vez imposibilita que Tole pueda ver el balón. Gol psicológico y a los vestuarios.
El Membrilla perdonó…
En la reanudación el Valdepeñas salió en la misma tónica, muy enérgico y activo; pero los locales tuvieron mayor presencia sobre el rectángulo de juego y disfrutaron de las mejores ocasiones de gol. En una perfecta triangulación entre Pedro Manuel, Palacios y Josan, éste último acarició el segundo tanto local pero solo ante el portero visitante lanzó por encima de vaselina con la mala fortuna de que el balón se estrelló en el larguero y salió disparado hacia fuera. Corrían los mejores minutos para los locales, y no habían digerido el susto los valdepeñeros cuando en la siguiente jugada Corre desaprovecho una clarísima ocasión. Tras quedarse solo ante Tole, el delantero membrillato lanza cruzado cuando algunos aficionados ya cantaban el gol.
…y por suerte no lo acabó pagando.
En el ecuador de la segunda mitad, el quehacer intenso en el medio campo y las continuas imprecisiones por ambos equipos anestesió a los espectadores.
Ambos entrenadores movieron el banquillo y Roso por su parte introdujo más mordiente al campo en búsqueda del gol de la tranquilidad dando entrada a Chati y Juancar por Corre y Agudo ambos con amarilla. Juanma también entro en los minutos finales para ganar algo de posesión y frescura.
El equipo visitante solo generó alguna incertidumbre en los balones a balón parado. Y fue en una de esas jugadas cuando los rojillos remataron un balón botado desde el centro del campo que entró en la portería de Seve, pero el colegiado muy correcto durante todo el partido, anuló por fuera de juego.
Próximo partido: Los Molinos de Criptana C.F (7º) – Membrilla C.F (8º)