Tierra para caciques y explotadores, de amplios latifundios, de cotos de caza, de miserias, donde solo obtiene dignidad aquel que más tiene. Bien podría ser esta descripción, aquella tierra que Miguel Delibes plasma en su novela los Santos Inocentes. Sin embargo, aquí nos referimos a la realidad de Castilla la Mancha, lugar donde su presidenta ha sacado a pasear la guadaña neoconservadora y a base de recortes ha acentuado más la precaria situación de una región que siempre ha sufrido un mayor atraso y una mayor desigualdad que la mayoría de territorios del Estado.
Desde que el pasado mayo del año 2011 se produjera la victoria de María Dolores de Cospedal en las elecciones autonómicas, Castilla La Mancha se ha visto afectada por las políticas de su flamante presidenta. Recortes en sanidad, en ayudas para la dependencia, en educación, en investigación y en definitiva, "políticas en diferido" que pueden ser resumidas en menos derechos sociales para todas y todos los castellano-manchegos/as. Además hay que añadir una ley electoral totalmente injusta para las minorías, diseñada para el pucherazo y el juego de trileros, la cual, beneficia gratamente al bipartidismo y a la alternacia del PPSOE. El cóctel perfecto para crear una de las regiones más atrasadas de Europa y al servicio del poder económico.
A pesar de este panorama, en Izquierda Unida de Castilla la Mancha, vamos a luchar por revertir esta situación, y prueba de ello es el proceso de primarias abiertas a la ciudadanía en el que esta inmersa esta organización, para elegir al que será nuestro/a candidato/a a la presidencia de la Comunidad y que concluirá el próximo 15 de febrero con la votación y su posterior proclamación.
Tres son las candidaturas presentadas, tres compañeros/as totalmente capacitados/as para liderar el proceso y de gran valor para la organización, pero sin duda la apuesta de Jorge Fernández, es la llamada a hacernos recuperar la ilusión, a hacernos recuperar Castilla la Mancha.
Un candidato que procede de la calle, activista de la PAH y que tiene muy claro ante que oportunidad historica se encuentra la organización: la de poder devolver a los y las castellano- manchegos/as todo lo usurpado, apostando por la renovación de la izquierda y la convergencia social. Para ello es necesaria la confluencia con diversos movimientos socio-políticos que nos hagan tener la sufiente capacidad como para ganar Castilla la Mancha y arrebatarle de una vez por todas, el poder al bipartidismo que siempre ha gobernado para esos caciques y señoritos, que Delibes describe con tanto acierto en su novela.
Sin duda, esta es la candidatura de la ilusión y aunque lo diga de forma reitarada, no ha sido otra la sensación que nos ha embargado a cientos de personas, tanto militantes como simpatizantes al conocer la candidatura de jorge Fernández y el proyecto socio-político que lidera. Ilusión nacida circunstancialmente en Ciudad Real, pero que pronto llegó a todos los rincones de la región con un objetivo final claro, llevar esta ilusión a Toledo el próximo día 24 de mayo, a las Cortes.
Volver a recuperar la ilusión en una organización de izquierdas que vaya más allá de las instituciones políticas es volver a recuperar los valores de la izquierda. Dejar atrás las viejas luchas internas que nos enquistan en la marginalidad y que solo benefician al bipartidismo a costa de la clase trabajadora. Luchar por los derechos del colectivo LGTBI, por la igualdad de género y por los derechos y libertades democráticas que permitan a la ciudadanía participar en la toma de decisiones. Volver a recuperar la ilusión para construir una región ecológicamente sostenible en la que el empleo digno y la investigación sean prioridad para el gobierno autonómico y así, construir entre todas y todos una región puntera y desarrollada socialmente.
El papel que jugará Izquierda Unida en Castilla la Mancha será decisivo para construir ese proyecto ilusionante que devuelva el poder a la gente, y no hay para ello mejor candidatura en estas primarias que la encabezada por Jorge Fernández Morales.
Por Domingo Montoro.