Sin entrar a valorar el tema desde sus diferentes prismas y sensibilidades, es una obviedad que la música sacra ha ocupado una buena parcela de la Semana Santa de Membrilla. Los cortejos procesionales que entraban al siglo pasado arropados apenas por las notas fúnebres de una incipiente banda de música y una bocina en la Madrugada, saludan al nuevo milenio revestidos por los sones de cinco bandas locales: Tres vinculadas de algún modo a las hermandades de Semana Santa y dos bandas de música.
La importancia de la música en la Pasión quedó más patente que nunca cuando entró en la partitura el silencio: dos años de una pandemia casi inédita en nuestra historia que silenció las calles, sin las manifestaciones populares de fe que rodean las celebraciones de Semana Santa.
Por eso el Certamen Membrilla Cofrade del pasado sábado fue tan especial. No sólo porque el evento cumplía su décima edición, mostrando la consolidación de nuestras agrupaciones musicales y banda de cornetas y tambores; sino también porque rompía el silencio de la música cofrade en la localidad.
Entre rocío y azahar, Bulerías en San Román, A la Gloria, Gitano de Sevilla, Silencio Blanco, El Cristo de los faroles… Marchas que han hecho historia en el repertorio de la Semana Santa española, sobre todo sevillana, se sucedieron sobre el escenario revestidas de azul, rojo o verde.
Cada persona escuchó su propio concierto. Unos se emocionarían más arropados por un color determinado; otros al escuchar una marcha con la que alzan de su paso en la procesión; otros al recordar unos acordes con los que caminan vestidos de penitentes, farol en mano, siguiendo la estela de sus titulares; otros, en una u otra pieza concreta, o en todas, por el impresionante sentimiento musical que transmiten los autores en sus creaciones de Semana Santa. Centenares de conciertos singulares vividos por cada uno de los asistentes al multitudinario encuentro.
Pero el sentido de este evento, de Membrilla Cofrade, quedó patente, un año más, al final:
Cuando las tres formaciones, unidas sobre el escenario como una sola agrupación multicolor presidida por los tres guiones, levantan al pabellón bajo los mismos acordes de La Saeta.
Eso es Membrilla Cofrade.
Banda de Cornetas y Tambores Jesús Nazareno.
Agrupación Musical San Juan Evangelista.
Agrupación Musical Santa Verónica.