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Con apenas una quincena por delante, el verano da sus últimos coletazos marcado por dos sensaciones contrapuestas: por un lado, la conciencia del vacío y la distancia que sigue imponiendo el coronavirus en la sociedad, mucho menor que el año anterior, y por otro la sensación de que lo poco que ha ocurrido ha sido grande, magnificado por el momento concreto y los propios sentimientos personales, demasiado a flor de piel tras más de un año de pandemia.
Una de esas pinceladas curiosas que nos trajo agosto estuvo relacionada con la fotografía.
Con motivo de la celebración del Día Mundial de la Fotografía, el pasado 19 de agosto, la Consejería de Educación, Cultura y Deportes junto con los Archivos Históricos Provinciales de Castilla-La Mancha, sacaba a la luz una selección de fotografías del Archivo de la Imagen de Castilla-La Mancha. En total, 45 fotografías antiguas, datadas entre finales del siglo XIX y los años 70 del pasado siglo XX, que se recogieron en la exposición virtual "Instantes para el recuerdo" y suponía la segunda edición de la exposición realizada en 2020.
La muestra ha sido todo un éxito en redes, donde ha obtenido una gran respuesta por parte del público. Se trataba de eso, de recordar instantes de un tiempo no tan lejano que nos describen a la perfección la vida de nuestros padres, abuelos y bisabuelos: sus labores, sus aficiones, sus ratos de ocio, sus tradiciones y devociones. Todo enmarcado en una extraordinaria estampa costumbrista que relata modos y usos en vestimentas y peinados, en utillajes y enseres; en vehículos y casas; y en instrumentos.
Y ahí es donde entra en escena Membrilla, que ha formado parte de esta muestra mediante una instantánea de la Banda Municipal de Música de la primera década del siglo XX. Una fotografía que, como casi todas, está guardada para la historia etnográfica de Castilla-La Mancha en el fondo Los Legados de la Tierra y que donó, hace casi dos décadas ya, la familia Cano Menchén. Formó parte en nuestra localidad del libro “Desposorios de la Virgen del Espino. Historia gráfica de las Fiestas Patronales de Membrilla”, editado por la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento en el año 2006, con textos y documentación de quien firma este artículo.
La fotografía es un extraordinario testigo de la historia musical de Membrilla, con veintiocho integrantes de la Banda Municipal posando junto a los muros del templo parroquial de Santiago el Mayor. Una descripción más completa, aportada entonces por la propia familia Cano Menchén, nos hizo definirla así: “Banda de Música dirigida por Basilio Cano (de izda. a dcha., quinto en la fila central) en septiembre de 1910 durante los Desposorios. Tras su temprana muerte, tomará la dirección de la banda su hermano Emilio Cano (primero por la dcha., en la fila de abajo)."
Un "instante para el recuerdo” de nuestra cultura y nuestras fiestas patronales que ha podido ser compartida con el resto de castellanomanchegos gracias a esta exposición virtual.
Orquestinas de Villalgordo del Júcar, el folklore de Santa Cruz de Moya y el Grupo "Los Chupetes" en Agudo completan la parte musical de la exposición en la que también pueden recordarse oficios, como la trilla en Uclés, el enjabielgo en Gerindote, las costureras de Albacete, alfareros de Ocaña, los segadores de Bolaños, los albañiles en Torrijos, la vendimia en Santa Cruz de los Cáñamos… Y junto a ello, aquellos usos y costumbres que formaban la parte lúdica de la vida, con juegos en el río, romerías, festejos, ciclismo, procesiones y postulaciones, los coches de época. Incluso el sencillo hecho de jugar con una muñeca.
