La Banda de Música Xuvenil de Torroso (Pontevedra) trajo aires gallegos hasta la localidad de Membrilla el pasado fin de semana en su participación en el VIII Encuentro Nacional de Bandas organizado por la Asociación Musical Maestro Emilio Cano. Dos jornadas de convivencia entre músicos de diferentes comarcas españolas hermanados entre partituras en un encuentro que volverá a repetirse el próximo 7 de agosto en tierras del Concello de Mos.
Visitas al patrimonio histórico y cultural de Membrilla, momentos lúdicos en la piscina municipal y cenas junto al parque del Espino enmarcaron el acto central del evento: El concierto protagonizado por ambas agrupaciones musicales en el Pabellón del Espino, tras el habitual pasacalles por la localidad.
Abrió la actuación la banda invitada con el premiado pasodoble Jaibo, de Carlos Pellicer. En la dirección, Ángeles Lorenzo, una de las pocas mujeres que han dirigido una agrupación musical sobre los escenarios de Membrilla. En ese momento, el “bruxo” Diego Cabaleiro recitó para el público manchego el conjuro del ritual de la queimada. “Mouchos, coruxas, sapos e bruxas…” invadieron el escenario como preludio a una extraordinaria Suite Galaica, del afamado compositor gallego Antón Alcalde. Rollipops, obra para dos trompetas y banda de François Michel, y El Cumbanchero, cerraron la participación de los de Torroso, que obsequiaron al público con una obra fuera de programa protagonizada de nuevo por el sonido de la gaita.
La Asociación Musical Maestro Emilio Cano quiso dedicar su actuación al recientemente fallecido general músico Francisco Grau Vegara, bajo cuya batuta los músicos de Membrilla tuvieron el honor de tocar en varias ocasiones. Así, bajo la dirección de Gustavo Ramírez, la asociación local abrió su intervención con el pasodoble de concierto Mi dama manchega, obra del propio Grau dedicada a su mujer, natural de Albacete.
Completaron su actuación con Mar i bel, fantasía malagueña para banda de Ferrer Ferrán, y El camino Real, fantasía latina original de Alfred Reed.
Las dos agrupaciones musicales unidas sobre el escenario interpretaron como broche final al encuentro el mítico pasodoble Puenteareas, del gallego Reveriano Soutullo Otero.