Varios miembros de la Junta Directiva de la Hermandad de Jesús Nazareno de Membrilla se desplazaron el pasado domingo 3 de julio hasta una pequeña localidad malagueña para trasladar la imagen titular de su cofradía, Jesús Nazareno, hasta el taller donde se va a proceder a su restauración. El trabajo de restauración ha sido encomendado a Jesús Puche Marfil, que ha participado, entre otras muchas obras, en la restauración de Longinos, escultura de Federico Zapater perteneciente a la ciudadrealeña hermandad del Cristo de la Caridad.
En este viaje, los miembros de la hermandad de Jesús Nazareno estuvieron acompañados por varios miembros de la Junta de la Cofradía de la Santa Veracruz de Membrilla, que de igual modo trasladaban hasta el taller del restaurador la imagen de su Cristo Resucitado. Para los miembros de la Hermandad de Jesús Nazareno “es muy importante la colaboración que existe actualmente entre las distintas hermandades de nuestra localidad, ya que entendemos que este es uno de los fines de nuestras hermandades.”
Por otro lado, “desde la Junta directiva del Nazareno queremos agradecer la inestimable ayuda recibida por un antiguo miembro de nuestra Junta, que nos proporcionó el transporte necesario para el traslado de la imagen de Jesús Nazareno y para la imagen del Resucitado. Esta disponibilidad tanto de tiempo como de los recursos tienen más importancia de la que podamos pensar en un principio.”
La talla de Jesús Nazareno
La imagen de Jesús Nazareno es una talla de madera obra del escultor valenciano Vicente Tena Cuesta. Una autoría que fue descubierta recientemente a raíz de la preparación de los actos conmemorativos del 75 Aniversario de la llegada a Membrilla y Bendición de la imagen, en 1940, siendo, junto con su talla hermana de Ntra. Sra. de la Soledad, la primera imagen adquirida para la Semana Santa de Membrilla tras la Guerra Civil, debido a la destrucción de las originales.
La imagen de Jesús Nazareno de Membrilla es una talla procesional en madera policromada al temple, dorada y plateada; de bulto redondo y de tamaño natural, con las manos separables del resto de la escultura para posibilitar que la imagen sea vestida.
La necesidad de restauración de la imagen surgió sobre todo a raíz de la caída del techo de la capilla lateral de la parroquia donde se guarda, si bien el paso del tiempo ya había ido dejando sus marcas en la talla, aunque no de manera significativa.
La caída de varias piedras de gran tamaño golpearon la imagen, causándole multitud de piquetes en la cabeza, pelo, túnica…, a la vez que causaron gravísimos desperfectos en la corona de espinas y en la peana sobre la que descansa la talla, lo que ha obligado a la Hermandad a gestionar la restauración de la misma.
La talla permanecerá durante los próximos meses en el taller de restauración, dejando un significativo hueco a la entrada del templo parroquial.
“La verdad es que los vecinos de Membrilla echaremos en falta a “nuestro” Jesús Nazareno a la entrada de la Parroquia, -apuntan desde la Hermandad-, pero entendemos que la recompensa de volver a tenerlo con nosotros tras la restauración nos compensará esta ausencia con creces.”