La Hermandad de la Verónica y Cristo Crucificado organiza una sesión de cine infantil y juvenil en la que se proyectará la película de animación El hombre que hacía milagros (1999), de Solokov y Hayes, para el próximo domingo 22, a las 18:00 horas en la Casa de Cultura. Una interesante actividad para este tiempo de Cuaresma que ayudará a los niños a conocer a personajes como María Magdalena, Jairo, Pedro... y a entender mejor la figura y la labor de Jesús. Con motivo de la celebración del Día del Seminario el 19 de marzo, la hermandad destinará los donativos generados por esta actividad al Seminario Diocesano de Ciudad Real.
La película es una fabulosa recreación de la vida de Cristo, que sigue con fidelidad los sucesos históricos narrados en los Evangelios, pero presentados de un modo muy imaginativo. Se trata quizá de la mejor película sobre Jesús realizada hasta la fecha. La animación con muñecos de plastilina ofrece una expresividad sorprendente. En primer lugar en el protagonista, Jesús; sin renunciar a mostrarle como Dios, la película le muestra también tremendamente humano y cercano; tiene detalles de buen humor, como cuando tranquiliza a Marta afanada en servirle en su casa, o cuando se presenta resucitado ante el apóstol Tomás. Pero también hay otros personajes muy bien definidos: desde el impulsivo Pedro a Poncio Pilato.
El rodaje de la película duró cinco años, a través de un elaborado proceso de animación fotograma a fotograma de los muñecos; siendo especialmente costosas las escenas de masas donde hay presentes hasta 260 figuras. Un sofisticado sistema de articulación y sincronización labial permite que las figuras muevan la boca hasta de 30 formas diferentes. El film, además, tiene otra originalidad: cuando se relatan sucesos del pasado o parábolas, se recurre a la animación tradicional, lo que da lugar a momentos tan conseguidos como el de la parábola de la construcción de una casa.
Las entradas ya están a la venta a través de la Junta Directiva de la Hermandad.
Sinopsis: Séforis, Alta Galilea. Año 90 de la dominación romana. Jairo llega a esta pequeña población acompañado por su hija Tamar, con objeto de que sea examinada por un doctor. Como responsable de su sinagoga, Jairo es cordialmente recibido por su amigo Cleofás, pero el diagnóstico del galeno es sumamente dramático: su hija padece una enfermedad incurable. Ajena a todo ello, Tamar es una niña feliz que de pronto se fija en un joven carpintero que trabaja en las obras de la nueva sinagoga e interviene para salvar a María Magdalena del odio de la gente. Jesús ayuda a la Magdalena, calma a los que la persiguen y Tamar se siente fascinada por este hombre. Por primera vez ve a Jesús y desde entonces no podrá olvidarlo.