Las integrantes de la Junta Directiva, acompañadas por las socias, guardaron unos minutos de silencio a las puertas de su sede de los Paseos del Espino; un sencillo acto que venía a reflejar su posicionamiento en contra de una de las mayores lacras que sufre la mujer en la sociedad actual.
Con motivo de esta jornada, la Asociación de Familias y Mujeres del Medio Rural ha puesto sobre la mesa sus reivindicaciones particulares contra esta violencia:
- Promover más diagnósticos que nos den una visión global sobre la percepción social en materia de igualdad de los habitantes del medio rural, dado que unos datos más actualizados (el último diagnóstico se publicó en 2011) permitirían a las asociaciones sensibilizar, detectar y prevenir la violencia machista de una forma más exhaustiva.
- Romper el silencio en torno a la violencia de género que es mayor en los municipios más pequeños del medio rural.
- Más recursos y servicios para las víctimas que sufren violencia en el medio rural. La mayoría de los municipios rurales más pequeños no cuentan con Juzgado, puesto de la Guardia Civil, Policía Local, centro de salud o centros específicos de atención a la mujer.
- Garantizar que los pequeños municipios implementen protocolos exhaustivos para combatir la violencia machista.
- Promover más acciones que favorezcan el empoderamiento y el acceso de las mujeres al mercado laboral. Nuestra experiencia ayudando a víctimas nos demuestra que es más fácil salir de la violencia cuando la mujer es independiente económicamente. Además, el Convenio de Estambul reconoce la existencia de la violencia económica como una forma de maltrato que puede ejercerse sobre las mujeres. Una dependencia económica que actúa cómo freno de decisión en las víctimas a la hora de tomar la decisión de separarse o denunciar, pues si se acaba la relación ellas se quedan en una situación de precariedad.
- Apostar por un modelo educativo que visibilice a las mujeres en todos los ámbitos ayudará a romper con la fuerte masculinización de la sociedad rural que comprenderá mejor a las víctimas que sufren violencia de género.
- Prestar atención especial a las víctimas de violencia de género de más edad que residen en el medio rural y a aquellas que sufren discapacidad, pues son aún más vulnerables.