Manos Unidas Membrilla ha donado 10.000 euros obtenidos de los donativos de los vecinos de la localidad al proyecto de cooperación 2020 del Arciprestazgo Mancha Sur, destinado a facilitar el acceso a la educación primaria y secundaria de la población rural de la diócesis de Morondava, en Madagascar. Por otro lado, la ONG ha destinado 500 euros a la lucha contra el Covid, dentro de los programas de emergencia que Manos Unidas tiene abiertos en diferentes zonas desfavorecidas del planeta.
El Proyecto iniciado por el Arciprestazgo Mancha Sur, al que pertenece la parroquia de Membrilla, consiste en la construcción de una escuela en la población de Marovoay, al oeste de Madagascar. En concreto, está prevista la construcción de un bloque de 8 aulas, 10 letrinas y el equipamiento de las aulas.
La sociedad en Marovoay
Es una comunidad rural, formada por inmigrantes y granjeros, de la etnia Sakalava, de carácter violento y analfabeta y muy marginada. Sólo un 15,39% de los adultos saben leer y escribir. Los hombres van cada día al arrozal y las mujeres se ocupan de la casa y de los hijos. No existe, en esta estructura social, una igualdad de derechos entre hombres y mujeres, ellas tienen pocos derechos reconocidos, son consideradas como niños.
Las principales actividades generadoras de ingresos de la población son la agricultura y la cría de animales, que se realizan con técnicas tradicionales. Las familias venden su producción para sobrevivir. En cuanto a los servicios, existe un único hospital público en la región y la electricidad se consigue a través de paneles solares para los que tienen acceso a ella. Las infraestructuras educativas son insuficientes.
Origen de la iniciativa
La escuela católica de Marovay, perteneciente a la diócesis de Morondava, el socio local del arciprestazgo, comenzó a funcionar en 2014. Está situada en un lugar inhóspito, entre 4 aldeas a las que da servicio, y dirigida por los Hermanos de la Doctrina Cristiana. La escuela cuenta con unas estructuras muy básicas de 4 aulas precarias de madera y las instalaciones de la iglesia.
En los últimos 3 años el número de alumnos se ha multiplicado por 5, siendo en la actualidad 330 alumnos. Ante la falta de infraestructuras para dar cabida a la demanda de enseñanza y el mal estado de las aulas existentes, los padres junto con los representantes de la iglesia y de la comunidad han solicitado a Manos Unidas, a través del obispo con el que se ha trabajado muchos años, ayuda para construir un bloque de 8 aulas que permita impartir los cursos de prescolar y primaria y un aula para la administración y mantener 4 cursos de secundaria en las aulas actuales, además de unas letrinas para la escuela. Dado que la población pertenece a una etnia marginal con una tasa de analfabetismo altísima que poco a poco se va concienciando de las necesidades de formar a sus hijos para poder salir del círculo de pobreza en el que están inmersos, están muy interesados en poner en marcha el proyecto para el que aportarán un 14% del total del coste que serán el equipamiento de las aulas y la construcción de 10 letrinas.
Manos Unidas aportará el 86% del coste total. Los beneficiarios serán los 330 chicos y chicas de las escuela.