La asociación motera de Membrilla Hurones del Rezuelo organizó el pasado fin de semana la II Concentración de motos Custom en la que participaron cerca de doscientos moteros llegados desde diferentes puntos de la geografía nacional. Con un importante incremento de la participación respecto a la concentración anterior y una gran labor organizativa, los Hurones del Rezuelo han logrado consolidar este evento en nuestra localidad y despertar el interés de los vecinos por el mundo custom.
La concentración, pese a tener carácter regional, logró reunir a cerca de doscientos amantes de las custom en las inmediaciones de la Caseta Municipal, muchos de ellos llegados de otros puntos de España, sobre todo de provincias limítrofes como Jaén. En la Caseta se celebró un desayuno motero para reponer fuerzas y se hizo entrega a los participantes inscritos de un obsequio.
El grupo de moteros partió hacia el paraje de El Peral en un agradable paseo a lo largo de La Vega de Membrilla y, tras un pequeño avituallamiento, retornó a nuestra localidad para realizar una ruta “barítima” por diferentes calles y bares de la localidad especialmente ligados a este grupo.
Tras la ruta-aperitivo, el grupo se concentró a las puertas de la Caseta Municipal donde los participantes disfrutaron de una comida motera, permitiendo en este descanso que los vecinos de Membrilla disfrutasen de las motos expuestas en los aparcamientos de la Plaza de Colón; unas motos importantes no sólo en cuanto al diseño original sino a la personalización posterior que realiza el propietario, una verdadera nueva creación a imagen y semejanza del propio dueño a través de diferentes vertientes del custom quizá poco claras para no iniciados. Y entre ellas, las legendarias Harley Davidson, que también tuvieron su espacio en esta II Concentración.
El grupo Hurones del Rezuelo se ha consolidado en los últimos años consiguiendo reunir a una treintena de amantes de las motos que realizan numerosas salidas y actividades relacionadas con su afición. De las pequeñas salidas a Ruidera y algunas concentraciones de sus primeros años de convivencia, surgió la necesidad de organizarse en torno a una Asociación motera que vio la luz en el 2007 y que ha conseguido no sólo reunir a un grupo de amigos que comparten una afición sino también organizar eventos de la importancia de esta concentración que cumple su segundo año y que permite al resto de vecinos participar también de su afición y conocer más de cerca la “kustom kulture”.