Ante las adversas circunstancias que estamos viviendo, ante el sentimiento de impotencia, de frustración, de tristeza y miedo, un grupo de mujeres se ponen manos a la obra para poder aportar su granito de arena. Aparte de quedarnos en casa y no comprometer nuestra salud y la de los que nos rodean, lo único que podemos hacer es intentar que nuestros "Héroes" estén protegidos.
Por ello, las costureras solidarias están elaborando todo tipo de materiales para este fin, en tela y en plástico: batas, manguitos, gorros, escafandras, pantallas, con la finalidad de que el personal sanitario, personal de ayuda a domicilio y de residencias de ancianos, pueden protegerse lo máximo posible para seguir cuidándonos y velando por nosotros.
Más de medio centenar de vecinas de Membrilla, entre ellas muchas socias de Afammer, que se han volcado ante esta llamada solidaria. Algunas están vinculadas al autollamado grupo “plásticos solidarios”. Otras, se agrupan bajo la denominación “costureras solidarias”. Pero el fin es común y extraordinario.
Los recursos con los que cuentan son también aportaciones propias y donaciones: Afammer aportó un donativo para comprar material, contribución económica y también material a la que se sumaron muchas de las costureras de modo particular. El pequeño comercio de la localidad, incluso vecino, tampoco se quedó atrás y ofreció de manera gratuita los materiales de las primeras compras: Titín, Perfumería Jade, Maribel, Pedro Ballesteros… La Hermandad de San Antón ha ofrecido también un donativo para la causa.
Fruto de muchas horas de trabajo desinteresado, los primeros materiales de protección ya han llegado a su destino: el hospital Virgen de Altagracia de Manzanares y las residencias de ancianos de esta localidad vecina. Además, la solidaridad rebasa las fronteras regionales y parte de este material ha ido a cubrir las necesidades de la Zona Norte de Madrid.
