Visitantes y vecinos de Membrilla se llevaron una grata sorpresa al acercarse el pasado jueves al Belén Viviente que el ayuntamiento de la localidad organiza en la Plaza del Azafranal como escenario de la llegada de los Reyes Magos al Portal. Un belén nacido en la mente creadora de Manuel García, “el Castaño”, que se apoya para su montaje en el gran trabajo del grupo de obras del consistorio, bajo la densa niebla de los días previos. Además, desde hace tres años cuenta con la colaboración “viva” del grupo de alumnos de 4º de la ESO como habitantes de la ciudad de Judea, con un doble objetivo: participar directamente en la vida cultural de la localidad y conseguir fondos para financiar su viaje de fin de curso.
En una vuelta de tuerca más a la labor realizada en los últimos años, Manuel García, el creador artístico, sorprendió con una gran ampliación de la ciudad de Belén, abarcando la totalidad de la Plaza del Azafranal, buscando espacios más amplios para el paseo y el disfrute de los elementos y focalizando una gran avenida de entrada hacia el portal de Belén que facilitase la llegada de los Reyes Magos en la noche del cinco de enero.
Combinando elementos municipales y otros ornatos personales o de los propios alumnos, Manuel García consiguió crear estampas de singular belleza como la zona de lavanderas, retratando de manera sencilla pero muy acertada el bullicio artesano de la ciudad de Belén.
Los tradicionales espacios urbanos de la ciudad hebrea se completaron con amplias áreas rurales que describieron la labor agraria en un cuadro a caballo entre Judea y La Mancha. Con la era o la poda se rescataron elementos muy característicos del campo de Membrilla de hace apenas medio siglo, en unos escenarios que fueron muy comentados por los vecinos, que no pararon de fotografiarse junto al carro o la trilla.
Tampoco faltaron las habituales estrellas entre los más menudos: las borriquillas Patricia y Trotera y las cabras con sus cabritillos recién nacidos del redil, gracias a la colaboración de Pepe Romero y ganaderos de la localidad.
El ayuntamiento de Membrilla amplió su oferta festiva a los vecinos con una iniciativa que dio más vida al Belén Viviente: la participación activa de dos rondallas de la localidad, la Rondalla de la Asociación de Amas de Casa y la Rondalla Marmaria, que a lo largo de la jornada y hasta la misma llegada de la cabalgata de Reyes llenaron Belén de villancicos y de los bailes más característicos del folclore manchego local, con sus jotas, fandangos y seguidillas.
Y como toda fiesta requiere su reposo y reponer fuerzas, y no solo de castañas viven los betlemitas, otra aplaudida iniciativa de la Concejalía de Festejos de Blas Márquez: unas migas gigantes, elaboradas como sólo sabe hacerlo el grupo de mayores, con las que dieron de comer no sólo a los adolescentes habitantes de Belén, sino a todos los vecinos que quisieron acercarse hasta la bulliciosa ciudad al mediodía.