Sonaban las campanas del reloj de la plaza cuando ya estábamos en la puerta del pabellón. Eran las 9 de la mañana. Allí estábamos algunos miembros de la junta y algunos voluntarios que con gran disposición nos disponíamos a preparar el zurra para la comida: Todo un ritual que solo los más mayores saben desarrollar a la perfección. Tuvimos que ir a por el vino a la Confitería de Martín de la Leona puesto que nos hizo el favor de guardárnoslo en sus cámaras para que estuviera frío. Así como también se encargaron de preparar el refresco de limón. Desde la Junta Local de la Aecc les tenemos que estar muy agradecidos por facilitarnos el trabajo así como a la Hermandad de Santiago el Mayor por ofrecernos uno de los recipientes que usan para albergar la "serrana" en la verbena.
Tras organizar las sillas y las vallas para que la gente entrara haciendo cola sin problema, nos dispusimos a reponer fuerzas con un almuerzo ofrecido por la asociación "Harina la que pida" que, avisada por el ayuntamiento, estaba ya de lleno preparando todos los avíos necesarios para realizar la caldereta. Gran labor que hizo esta asociación durante todo el día puesto que, aunque ellos decían hacerlo de sumo gusto, no es nada fácil cocinar para tantas personas y con fuego de leña.
El resto de voluntarios/as y miembros/as de la Junta Local fueron llegando y sin poco tiempo para hablar nos dispusimos a realizar todo lo que faltaba por hacer, que no era poco. Gran parte de nosotros se dispuso a cortar rebanadas de melón. Trabajo arduo y pringoso que, entre risas, se consiguió hacer sin problemas. Otros nos dispusimos a enrollar los cubiertos en las servilletas, separar los platos para facilitar luego el momento de cogerlos, preparar la mesa para cobrar la comida, etc.
Como suele suceder, y gracias al olor que desprendía ya la caldereta, la gente comenzó a llenar el pabellón antes de la hora. Mucha gente se malhumoraba puesto que no se le servía ningún tipo de bebida antes de que comenzara la comida pero desde aquí tenemos que incidir en que la bebida va dentro del euro que se paga y no es barra libre. Sentimos si alguien se molestó pero ante eso no podemos hacer nada.
Pasaban unos minutos de las 2 de la tarde y la caldereta estaba casi lista. La asociación "Harina la que pida" y el Señor Valentín junto con los miembros de la Asociación de Pensionistas y Jubilados "Nuestra Señora del Espino" se afanaban para dejarla en su punto. Claramente, tenemos que agradecer también a la asociación de pensionistas y Valentín su trabajo ese día y, no solo su trabajo, sino su buen trabajo puesto que como luego confirmarían todos los comensales, la caldereta estaba buenísima.
Fueron 30 minutos aproximadamente lo que duró el servir la caldereta a los asistentes. Solo 30 minutos, pero qué 30 minutos. Prisas, nervios, platos de caldereta circulando a velocidades vertiginosas o platos vacíos que salían volando con el aire; frases de ánimo o de reorganización entre todo el equipo. Es interesante vivir momentos así. Son momentos de locura pero sobre todo nos quedamos con la motivación e ilusión de los allí presentes por "arrimar el hombro" para la causa que era. Desde el Alcalde y concejales, niños y niñas, pasando por los miembros y voluntarios de la asociación y hasta algún monitor en prácticas del curso de monitor de actividades juveniles que, tras pedirles ayuda, tuvieron que "remangarse la camiseta" para ayudarnos a repartir melón, caldereta o pan. Desde aquí tenemos que darles las gracias a estos jóvenes que, sin pensarlo, decidieron ayudar a nuestra asociación. Claro ejemplo de estos jóvenes de que la juventud se implica con las causas sociales.
Al final faltó caldereta y varias personas se quedaron sin probarla. Desde aquí pedimos disculpas pero en estos casos eso de "mejor que sobre que no que falte" no se puede aplicar puesto que ver vacía la gran superficie donde se realizó ésta, fue algo bastante grato. Tal y como está el país no se puede andar desperdiciando comida.
Aproximadamente se sirvieron unas 800 raciones y la gente quedó, como ya se ha comentado, altamente satisfecha por lo buena que estaba. Algunas más rebanadas de melón si se sirvieron (melones, por cierto, facilitados por Borrascas). Y después de la comida, tocaba recoger. Algo que entre todos los que estábamos no supuso mucho esfuerzo y trabajo.
Y tenemos que volver a dar las gracias. Por un lado, al Ayuntamiento por cedernos un año más los beneficios de la comida popular. Y por otro lado, a todas las personas que se acercaron a colaborar con la asociación. Gracias a todos y todas por dar un poco de ESPERANZA a todas las personas que están padeciendo o padecerán un cáncer. Siempre lo decimos, no nos cansaremos de decir GRACIAS. Gracias por la gran asistencia y por la generosidad extrema.
Al final la recaudación fue de 1084 euros que, como todo lo que se recauda, se enviará a la Junta Provincial de Ciudad Real de la AECC.
De nuevo, ¡MUCHAS GRACIAS A TOD@S!