Lo mejor del Carnaval de Membrilla es que no te lo dan hecho: lo construyen los propios vecinos de Membrilla a lo largo de los cinco días que componen la fiesta, sumándose a las propuestas de bailes nocturnos y certámenes que llegan desde la esfera institucional.
Con el propósito de no perder definitivamente la esencia de la máscara callejera de Membrilla, numerosas máscaras y máscaros se acercaron en la noche del Jueves de Comadres al Pabellón del Espino para participar en el primer baile de carnaval, donde además resultaron premiadas máscaras como Los dobles de la Corporación Municipal (primer premio), Las mondadoras de siempre (segundo premio) y El Tiempo entre Costuras (tercer premio).
Gran calidad de nuevo en el concurso de coplas y chirigotas del sábado, donde dieron otra lección musical los ganadores de la noche, Lo mejor de cada casa, que revalidaron la victoria conseguida el año pasado con su nueva propuesta de chirigota en Membrilla. Les siguieron otros habituales y ya imprescindibles en este certamen: las peñas Mamma mía y El Biberón.
Para recuperar los cuerpos del baile de la noche del sábado, nada mejor que participar en el multitudinario desfile del Domingo de Carnaval, protagonizado de nuevo por la fuerza de la juventud de Membrilla que se suma a los más veteranos y crea "escuela" para las nuevas generaciones que hacen sus pinitos entre coreografías y carrozas. Los grandes vencedores de esta edición, en la modalidad de más de 15 componentes, fueron los miembros de la peña A nuestro ritmo, con una cuidada línea estética de recuerdo mexicano, que sigue consolidándose entre los grandes del carnaval de Membrilla. Les siguió El Biberón y Estamos cómodos.
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En la modalidad de carrozas, triunfó la apuesta de la Peña el Biberón en su recreación del mundo de Peter Pan. Las carrozas de la Peña Fray Gotica y Ande vas escalzo consiguieron el segundo y tercer premio respectivamente.
Otros vencedores de la nublada tarde fueron la peña Esto es lo que hay y sus Minions, en la modalidad de 3 a 15 componentes; DJ Pedro Getta, en la modalidad de parejas; y la Dama de reciclaje en la modalidad individual.
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El Lunes de Carnaval, marcado por los desfiles infantiles matinales y los bailes nocturnos en el pabellón, dio paso al ya "almuerzo-cena" del martes, una reinvención local de la tradicional merienda-cena, que consiste en acudir temprano a las inmediaciones del Espino para participar en un reponedor almuerzo de carnaval que se prolonga hasta altas horas de la noche en la penumbra de los aparcamientos de la Plaza de Colón.
El entierro de la triste sardina, esa que cada vez tiene menos allegados que vayan a "cumplir", puso el cierre enlutado a un carnaval en el que, como siempre, primó la reflexión que ya nos recordaba la peña Adictos a la Cama en su homenaje a Freddie Mercury: "La peor enfermedad es el aburrimiento".
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