Mª Jesús Menchén Villalta ejerció de embajadora de la gastronomía local y viajó hasta Madrid para preparar en directo y en el marco del programa Te damos la mañana de Canal 13tv, su particular receta de los nuégados “de la tía Tomasa” basada en la tradición más sencilla y purista de la cocina de Membrilla.
Ayudada por las manos de Inés Ballester, presentadora del programa, y haciendo gala de una tranquilidad y unas tablas destacables, como si toda la vida se hubiera dedicado a cocinar en televisión, Mª Jesús mostró al público el curioso proceso de elaboración de este dulce imprescindible de la Semana Santa de Membrilla. Desde el amasado a mano en el tradicional lebrillo de barro hasta la singular acción de elaborar las “tiras” de masa, destacando siempre el uso de ingredientes sencillos y básicos, sin adornos ni añadidos más actuales que no se usaban en la receta tradicional y que enmascaran el sabor de la vieja cocina, aunque supongan un modo de enriquecer el producto final.
Tras la fritura en el aceite de los nuégados ya cortados, Inés Ballester tuvo que enfrentarse, bajo las indicaciones de Mª Jesús, a la precisa labor de elaborar la melcocha con la miel (tradicionalmente llamada “marcocha” en Membrilla) y al forjado final de la rosca de nuégados; un postre que cautivó al público, al equipo y a los tertulianos de Te damos la mañana.
Para sorpresa final, nuestro vecino Emilio Cano, esposo de Mª Jesús, entregó a la cocinera un ramo de flores con motivo de la celebración de su cumpleaños, rescatando, como no podía ser de otro modo en un alma de músico, uno de los piropos más dulces de la música española: “Melcocha de mi existencia”. Una frase nacida en los labios de Carracuca para su amada Catalina en el marco de una zarzuela tan manchega como La rosa del Azafrán, tras las notas imborrables del Coro de Espigadoras.
NUÉGADOS “TÍA TOMASA”
INGREDIENTES:
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Una docena de huevos
- Un vaso de aceite frito y frío
- Una tacita (del tamaño de las de café) de vinagre
- 1,400 kg de harina (dependerá del tamaño de los huevos)
- 1 kg de miel
- Aceite para freír
ELABORACIÓN:
Se baten bien los huevos hasta que formen espuma. Se añade el aceite y el vinagre, removiendo hasta que se mezcle todo bien. A continuación, se va añadiendo la harina y se amasa hasta formar una masa que adquiera una textura que permita moldearla para hacer “tiras”. El punto de la masa se adquiere cuando ésta se pega a los nudillos.
Hacer las tiras consiste en coger una poquita masa, estirarla con las manos hasta formar una tira (de aproximadamente 12 mm de grosor). Una vez hechas, se colocan en una mesa sobre un mantel, se dejan orear hasta que “formen corteza”, permitiendo así cortarlas en trocitos del tamaño de un garbanzo. Después, se fríen en freidora con aceite limpio.
Por último, preparamos la melcocha, que consiste en poner miel en un recipiente y calentarla. Para saber el punto de la melcocha, se pone una poquita en un plato con agua fría para formar un caramelo. Cuando este caramelo se deja caer sobre el borde del plato y hace un sonido característico, la melcocha estará lista. Una vez preparada la miel, se mezclan los nuégados con la melcocha y se forma la rosca.