El sábado, 5 de septiembre en la Catedral de Ciudad Real, eran ordenados por nuestro Obispo como diáconos Tomás Jesús Serrano Sánchez y José Luis Merino Lomas, de Villahermosa los dos y Pedro Jiménez Arias, de Membrilla. En pocos meses serán ordenados sacerdotes. Estuvieron por una gran representación de la parroquia y por sus familiares y amigos.
Hace ya bastantes años decidimos abandonar nuestros hogares para marchar al Seminario; tal vez sin la idea clara de que un día podríamos llegar a ser sacerdotes, pero con la convicción de que éste no era un camino que rechazábamos. Tras todos estos años, sólo podemos decir que han sido muchas las gracias que hemos recibido en ese hogar. Por fin ha llegado el día tan esperado por nosotros, se trata de nuestra ordenación de diáconos, un servicio a la Iglesia que nos ha visto nacer y que nos ha ido formando desde el Evangelio.
Dios ha confiado en nosotros para caminar con Él anunciando el Reino en esta Iglesia de Ciudad Real desde el ministerio ordenado. Uno se ve poca cosa, tal vez menos que la arcilla, pero ésta es la forma de actuar de Dios. Él quiere que nuestras debilidades las apoyemos en su fortaleza. Cuántas veces nos hemos preguntado: ¿Y por qué a mí? Ésta es la gran duda que nos surge al vernos tan débiles para tan gran misterio.
Todos nosotros sabemos que son tiempos muy difíciles para que un joven pueda plantearse la vocación a la vida sacerdotal, pero nuestras vidas son ejemplo de que Dios no abandona a su pueblo. Él sigue llamando como siempre, sólo que nuestros intereses, comodidades, miedos… nos impiden dar ese Sí. Estos tres jóvenes, que están a punto de dar este paso tan importante, os invitan a todos los jóvenes a preguntaros si Dios no está pidiendo algo más para cada uno de vosotros. No se pierde nada y se gana todo. Esta es nuestra experiencia tras tantos años como seminaristas. Son muchos los momentos difíciles pero, como hemos dicho al principio, son muchas las gracias que Dios va poniendo en nuestras vidas.
Sólo pediros que contamos con vuestra oración para que nuestras vidas sean verdadero reflejo del amor de Jesús a sus hermanos.
TOMÁS JESÚS, JOSÉ LUIS Y PEDRO (Fuente: Web de la parroquia de Villahermosa)
DIÁCONOUn diácono es un hombre que ha recibido el primer grado del sacramento del Orden Sacerdotal por la imposición de las manos del obispo. Propiamente, según el Catecismo de la Iglesia Católica, los diáconos no son sacerdotes, a pesar de pertenecer al orden sagrado. Dentro de la Iglesia Católica existen dos tipos de diáconos: Diácono transitorio Los diáconos transitorios no son sacerdotes hasta culminar sus estudios y ser entonces ordenados por el Obispo. Por tanto, por un tiempo, todos los sacerdotes son primero ordenados diáconos transitorios (en tránsito hacia el sacerdocio). Diácono permanente Este tipo de diaconado puede ser conferido a hombres casados pero especialmente comprometidos con su comunidad y la iglesia. El diácono permanente debe ser considerado hombre "probo" por la comunidad, caritativo, respetuoso, misericordioso y servicial. Es determinación del obispo exigir que sea casado, y en este caso, la esposa deberá autorizar por medio escrito al obispo la aceptación para la ordenación del esposo (requisito indispensable). Un diácono casado que ha perdido a su esposa no puede volver a contraer matrimonio, pero si puede optar a ser presbítero. Quien es ordenado diácono siendo soltero se compromete al celibato permanente. |